Con el ofrecimiento de recortar en ¢61.000 millones el Presupuesto Nacional de este año, el Gobierno pretende retener a sus aliados del PUSC de cara a la elección del directorio legislativo del próximo 1.° de mayo.
La propuesta busca, además, allanar el camino hacia la creación de nuevos impuestos, consiguiendo el apoyo de diputados de oposición.
Según el legislador del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), Víctor Morales Zapata, esta reducción representaría una muestra de austeridad por parte del Poder Ejecutivo. El presidente Luis Guillermo Solís había prometido ese recorte desde noviembre pasado, para amarrar el voto de cuatro diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Necesitaba tales votos para aprobar el Presupuesto Nacional del 2015, por ¢7,9 billones, un 19% superior al plan de gastos del 2014.
Ahora, casi cuatro meses después, la jefa de la bancada del PAC, Emilia Molina, también reconoció que del cumplimiento de ese acuerdo dependerá el éxito de futuras negociaciones con los socialcristianos y las demás bancadas legislativas. “Es fundamental cumplir con ese compromiso, de lo contrario se perderá credibilidad. Mucho de lo que se haga entre marzo y abril va permitir hacer las alianzas para el 1.° de mayo”, expresó Molina.
Con ella coincide el jefe de fracción del PUSC, Rafael Ortiz, quien reclama que que el presidente cumpla su promesa, ya que, de lo contrario, “sería muy grave” y ocasionaría un cambio en la relación tan cercana que han tenido hasta ahora.
“El incumplimiento sería un elemento generador de una total desconfianza y sería motivo de análisis de cara a la elección del 1.° de mayo y de cualquier tema de interés estrictamente relacionado con el Gobierno”, afirmó el socialcristiano.
Con ese recorte de ¢61.000 millones, el Gobierno disminuiría en un 0,33% el déficit fiscal, que, para el 2015, se prevé que ronde el 5,7% del producto interno bruto (PIB). Además, pretende bajar esa cifra aún más, impulsando la creación del tributo de renta global y del impuesto al valor agregado (IVA), el cual permitiría gravar servicios que hoy están exentos de pagar tributo, como los honorarios de abogados o los gimnasios .
En camino. Ese recorte en el gasto ordinario será incluido por el Ministerio de Hacienda dentro del Segundo Presupuesto Extraordinario del 2015 .
El jerarca de esa cartera, Helio Fallas, aseveró que el texto ya está listo y que en cualquier momento se enviará al Congreso.
Según Fallas, tal ahorro es producto de una serie de recortes hechos por los ministerios en gastos superfluos, aunque no mencionó cuáles partidas se tocaron.
“Desde diciembre, se le comunicó a cada ministro el monto del presupuesto sobre el cual debería realizar su programación para el 2015. Entonces, se trata de recortes que ya se efectuaron en la práctica, pero que también deben quedar establecidos por ley”, expresó el ministro.
Aunque el Ejecutivo anunció que la reducción viene en camino, Rafael Ortiz se mantiene cauto y afirma que prefiere esperar hasta que se presente, para ver si realmente se proponen recortes en gastos innecesarios.
De igual forma opina el legislador del PAC, Ottón Solís, quien proponía recortar en ¢300.000 millones el plan de gastos del 2015: “Prefiero esperar a ver los componentes de esos recortes para comprobar que sean reales y no gastos que se están postergando”.