El fiscal general de la República, Jorge Chavarría, entró , con permiso del presidente de la Asamblea Legislativa, Víctor Emilio Granados, a la oficina de un diputado, tomó la computadora de la secretaria, la selló y se la llevó.
La acción no fue un allanamiento, explicó Chavarría, sino un “ingreso autorizado por el jerarca del Congreso a un recinto público”.
El objeto de la búsqueda es determinar si en la computadora, asignada a la secretaria del diputado socialcristiano Wálter Céspedes, se encuentra el polémico correo que le envió el legislador al ministro de Presidencia, Carlos Ricardo Benavides.
En el correo, enviado el 22 de enero pasado, Céspedes le pidió a Benavides el nombramiento de dos sobrinas en el Ministerio de Educación y de una doctora conocida en el Ministerio de Salud.
Correo perdido. El miércoles de la semana pasada, el fiscal general también secuestró la computadora de la secretaria del ministro de la Presidencia.
Pero en ese equipo, confirmó Jorge Chavarría, no se encontró el correo que generó la investigación por supuesto tráfico de influencias en la Fiscalía General.
“Estamos buscando el elemento probatorio, que es ese correo. Podría estar en ese disco duro, porque, según el correo, se le hizo copia a la secretaria del diputado Céspedes”, explicó el fiscal general.
Para hoy fue citada la secretaria del congresista, de apellido Brenes, para que en su presencia se puedan abrir los sellos y estudiar el contenido de la computadora.
Wálter Céspedes intentó mantener la calma; sin embargo, consideró que Granados fue descortés al no avisarle que Chavarría iría a su oficina por una computadora.
El presidente del Congreso dijo que trató de actuar con sensatez y que el fiscal le indicó que tiene el amparo de jurisprudencia de la Sala Tercera de la Corte Suprema.
Diputados molestos. Varios legisladores de diferentes fracciones manifestaron malestar por el permiso que Granados dio a los fiscales para el ingreso a la oficina del diputado Céspedes.
Manrique Oviedo, del Partido Acción Ciudadana, dijo que no supo lo que pasó, pero sí reaccionó con molestia pues afirmó que “Víctor Emilio no tiene ninguna potestad sobre mi oficina”.
Luis Fishman calificó la situación como gravísima, y dijo que Granados se arrogó potestades que no le son propias.
La libertaria Patricia Pérez indicó que “todos esperan saber la verdad real de los hechos” sobre el correo.
“No creo que la inmunidad cubra la computadora de la secretaria de Céspedes”, dijo la congresista.