El fiscal adjunto contra la Delincuencia Organizada, Francisco Fonseca, apunta a la urgencia de abrir el debate público sobre la forma en que se trata penalmente la persecución de la venta de pequeñas cantidades de droga en el país, conocida como narcomenudeo.
Fonseca se suma a las voces las cuales señalan que hay un abordaje inadecuado en la persecución de este tipo de delitos.
“No es a través de la cárcel, no es solo a través de la sanción, es a través de interiorizar y sensibilizar sobre las conductas adecuadas”, dijo Fonseca.
El funcionario coincide con el magistrado de la Sala III y vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia, José Manuel Arroyo, quien señala la necesidad de revisar el marco penal para el microtráfico de drogas.
Arroyo dijo en entrevista con este diario que el 20% de la población penitenciaria entró a la cárcel por drogas. La mayoría de estas personas fue condenada por narcomenudeo (cuando una persona vende pequeñas dosis, por ejemplo, cigarrillos de marihuana o piedras de crack ).
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“No creo que tenga mucho sentido”, dijo Arroyo, quien aboga por penas alternativas para delitos de microtráfico, como también se le conoce a la actividad del narcomenudeo.
Ir a la raíz. Por su lado, Fonseca apunta que no se trata de generar impunidad, sino de revisar la forma en que se aborda el problema, sin que implique descuidar a barrios y comunidades.
“No es tanto el tema de si estamos persiguiendo o no las pequeñas cantidades, no. Se hacen las dos cosas, tanto lo grande como lo pequeño, porque lógicamente que hay que afectar la oferta, pero nosotros, si se quiere, somos el último eslabón de la cadena, porque nos encargamos de meter o no a la cárcel a un viejo y, por ahí, no pasa el problema, pasa por valores, principios y educación”, dijo.
“Lo que sí creo es que nos encargamos, sobre todo de establecer sanciones y no de enfocarnos hacia el origen del problema”, añadió Fonseca, en relación con los problemas sociales de fondo que llevan a la gente a caer en el negocio del narcomenudeo.
En un país donde los procesos por narcotráfico constituyen la segunda causa de encarcelamiento, la discusión sobre la efectividad de la política penal se empieza a imponer.
Casi un 21% del total de encarcelamientos es por drogas, según el estudio Política Criminal y Encarcelamiento por Delitos de Drogas en Costa Rica elaborado por Ernesto Cortés, de la Asociación Costarricense para el Estudio e Intervención en Drogas (Aceid) y del Colectivo de Estudios Drogas y Derecho (CEDD).
El análisis cuestiona resultados de la estrategia de la guerra contra el tráfico local de drogas, en cuanto a la política de encarcelamiento como punto medular.
Arroyo aboga por un proceso diferente al encarcelamiento, de manera que se pueda procurar la reinserción social de los microvendedores, en lugar de promover que más gente termine tras las rejas de los ya de por sí saturados centros penales y, que según Arroyo, poco o nada ayudan para una efectiva reinserción de los delincuentes a la sociedad.
Represión y persecución. De acuerdo con el estudio del Aecid, basado en datos del Poder Judicial y del Ministerio de Seguridad, casi la mitad de los condenados por drogas (un 47%) fueron inculpados por vender, mientras un 14% terminó tras las rejas por transportarlas. Solo un 5,6% está preso por tráfico internacional, y un 0,6% por lavado.
Fonseca defendió la gestión del Ministerio Público en el apartado de investigación de delitos relacionados con el narcotráfico, en el tanto, considera que no se puede dejar de lado ni al pequeño traficante ni al capo. “Hay una orientación de la Fiscalía General al narcomenudeo y microtráfico para afectar la venta en el país, y hay otra, que es la orientación a la delincuencia organizada y delincuencia global, donde lo que pretendemos es impactarlas no solo en cuanto a la droga, sino a los bienes que puedan tener”, aseveró. En la acera del Ministerio de Seguridad Pública, el ministro Gustavo Mata considera que la aprehensión del narcomenudeo no se puede dejar de lado, en vista de la penetración en las barriadas de los pequeños vendedores.
Mata indicó en que hay disposición para sumarse al análisis, pero enfatizó en que la Fuerza Pública está constantemente en la calle, decomisando droga y aprehendiendo a los vendedores, pues según dijo, deben enviar la señal adecuada a la ciudadanía en la lucha contra el narcotráfico.
“No puedo cegarme y decir que no hemos tenido éxito, porque Costa Rica ha sido uno de los países en la región que más éxito ha tenido históricamente en cuanto a decomisos de droga”, expresó Mata.
En tanto, el director adjunto del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), Olger Bogantes, apuntó una posición más dura en cuanto a los castigos para el tráfico al menudeo de drogas.
“El esfuerzo (de persecución) tiene que realizarse. Evidentemente es más importante sacar a la persona de más peso de la organización y encarcelarla, pero en el camino, lamentablemente no existe siempre la posibilidad de llegar directamente a esa persona, sino que hay otra serie de personas que participan en la organización y es a esas otras personas a las que se pueden incriminar”, recalcó.