Mauricio Boraschi, el exjefe antidrogas del país, fue el último compareciente en la investigación de los diputados del viaje que hizo la presidenta Laura Chinchilla a Perú en un jet privado.
Boraschi, quien fue jerarca de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), explicó a los legisladores que no autorizó el uso de un avión privado en la salidad de Chinchilla al país suramericano.
La mandataria asistió el 11 de mayo pasado a la boda del hijo del segundo vicepresidente, Luis Liberman.
Dos funcionarios de la Casa Presidencial gestionaron el préstamo de un jet operado por la empresa THX Energy.
Pero el representante colombiano de la compañía en Costa Rica dio un apellido falso a los empleados de Presidencia, y además su nombre fue investigado por supuestos nexos con un narcotraficante.
El exjefe antidrogas añadió que al menos dos funcionarios irrespetaron el protocolo de seguridad al gestionar el préstamo de la nave.
Luego de la intervención de Boraschi, los diputados del Partido Liberación Nacional aprobaron una moción del minoritario Carlos Avendaño para cerrar la investigación del vuelo de la presidenta Chinchilla a Perú.