Cuatro expresidentes de la República reaccionaron preocupados ante la decisión del Gobierno, el pasado viernes, de retirar a Costa Rica de la mesa política del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
A Rafael Ángel Calderón (1990-1994), Abel Pacheco (2002-2006) y Laura Chinchilla (2010-2014), no les cayó bien la decisión del Poder Ejecutivo de dejar las conversaciones diplomáticas en ese organismo.
En tanto que, Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), estima que ese rumbo es equivocado al ser contrario al fortalecimiento de la relación con Centroamérica, algo que ve como necesario.
La decisión de cortar políticamente con el SICA la tomó el presidente Luis Guillermo Solís este 18 de diciembre, después de no lograr convencer a todos los gobernantes del Istmo de darle su apoyo para permitir el paso de más de 6.000 cubanos que están varados en Costa Rica, algunos desde noviembre.
Solís criticó la falta de cooperación del SICA, que no incluyó el tema de la crisis migratoria en la agenda de la cumbre de gobernantes de ese día en El Salvador.
Asimismo, fustigó a los Gobiernos de Nicaragua, Guatemala y Belice, por cerrarles sus territorios a los cubanos en su rumbo a México, de donde seguirían hacia Estados Unidos, país que los acogería con base en la Ley de Ajuste Cubano, que data de 1966.
Juicio negativo. A Calderón le había correspondido firmar el ingreso al SICA, en 1991.
Este martes dijo a La Nación que es delicado romper el diálogo político con Centroamérica en la coyuntura de una sentencia limítrofe favorable para Costa Rica en el seno de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Para él, la salida del SICA afectaría el diálogo posterior con Nicaragua, la otra parte involucrada en el litigio.
“Con el SICA negociamos los tratados de libre comercio con Estados Unidos y con la Unión Europea. Salirnos de esa instancia nos dará una imagen negativa ante el mundo desarrollado que, más bien, consolida sus bloques regionales”, comentó.
Calderón espera que la salida del ámbito político no traiga consecuencias no deseadas a nivel comercial con la región, a la que el país le vende bienes y servicios por más de ¢2.000 millones al año, según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
La reacción de Laura Chinchilla no fue menos crítica.
“Con su salida, Costa Rica pierde espacios de liderazgo. Dar un paso atrás en este momento, podría devolverle a Nicaragua su liderazgo, de la mano con otras naciones que se pudieron ofender con nuestra salida”, estimó.
Pese a que alabó la labor del canciller Manuel González, Pacheco cree que a Solís le habría convenido hacer un último esfuerzo y visitar a sus colegas para persuadirlos sobre la importancia de resolver la crisis humanitaria que viven los cubanos.
“Saliéndonos (del SICA), confirmamos la posición de aquellos enemigos de Costa Rica en la región que nos atacan con el argumento de que repudiamos la unión”, dijo el exmandatario.
Sin acuerdo. La Cancillería de México convocó este martes a una reunión para ver salidas a la crisis con cubanos. Tras la cita, el gobierno de Solís detalló que habrá otra reunión este 28 de diciembre. El canciller González señaló que este primer paso, que involucró a Ecuador y a Estados Unidos, fue en la dirección adecuada. Esto, pese a que Guatemala insistió en su posición de condicionar el paso de los migrantes cubanos por su territorio.