El máximo órgano del partido que llevó al gobierno a Luis Guillermo Solís, Acción Ciudadana (PAC), votó ayer en unanimidad para pedirle que se separe de su asesor de comunicación Iván Barrantes, centro de la polémica desatada esta semana.
La asamblea general del PAC tomó la decisión en la tarde de este sábado de manera entusiasta, con menos de diez minutos de discusión. Coincidieron en que el tipo de trabajo de Barrantes en la Casa Presidencial “contradice los principios éticos que el Partido ha defendido durante toda su historia”.
Barrantes, quien fungió como estratega de imagen en la campaña electoral, ahora colabora con Solís desde la propia sede presidencial, aunque también lo hace con empresas privadas. No cobra por el servicio al Gobierno, pero sí tiene el proyecto de venderle una consultoría de comunicación.
El consultor, que recibió ¢111 millones por su trabajo de campaña (67% como “premio” por el triunfo), fue criticado con dureza esta semana por el diputado oficialista, excandidato y fundador del PAC, Ottón Solís, quien ve un posible conflicto de intereses.
Ahora la posición de Solís recibe el apoyo de su partido. “La prensa lo ha señalado y no nos podemos quedar callados”, se lee en la moción aprobada durante la asamblea que estaba convocada para analizar el informe de finanzas de la campaña, que generó numerosas suspicacias entre los asambleístas y en el que aparece mencionado Iván Barrantes.
La solicitud no estaba en la agenda de la reunión, en el auditorio de la Conferencia Episcopal, pero varios asambleístas la consideraron “urgente” para enviar una señal de que el partido no evade los problemas que ve en el Gobierno.
El PAC no se dirige a Barrantes (nunca ha sido su militante), sino a Luis Guillermo Solís, que lo mantiene en su círculo de confianza junto al ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez (jefe de la campaña) y Mariano Figueres, director de Inteligencia y Seguridad (DIS).
El mandatario, sin embargo, no ha dicho palabra sobre la presencia de Iván Barrantes. Ayer se intentó conocer su criterio sobre la decisión de los asambleístas del PAC y su encargada de prensa contestó que él no hablará sobre el tema hasta mañana lunes.
Melvin Jiménez descartó el jueves conflicto de interés alguno con la presencia de Barrantes y hasta aseguró que él no presta aún ninguna colaboración, contrario a lo reconocido por el consultor. Dijo que no se puede destituir a alguien que no ha sido contratado.
Barrantes, quien habla del Gobierno a título personal (“nosotros”), ha rechazado hasta ahora estar en medio de un conflicto de interés y reniega de cualquier opinión del PAC o de Ottón Solís, a quien considera “un retrógrada”.
El consejero fue estratega de imagen de Solís como candidato presidencial y recibió críticas por reconocer que intentó un enfoque más de mercado que electoral.
Los asambleístas acordaron también abrir una comisión que revise el informe financiero presentado por Leda Zamora, tesorera durante la campaña, pues un sector cree que hubo despilfarro. Los gastos llegaron a casi ¢5.000 millones. “Un güevazal de plata”, según Rodrigo Alberto Carazo, presidente de la agrupación política.