Pital. Dos costarricenses vecinos de Cureña de Sarapiquí, Heredia, estuvieron detenidos más de un día por órden de miembros del Ejército de Nicaragua.
La detención se produjo la mañana del sábado en el puesto ubicado frente a la comunidad de Boca San Carlos, en el distrito de Pital.
Los afectados, de apelllidos Santana y Martínez, permanecieron en el puesto hasta las 4 p. m. del domingo, cuando fueron liberados por decisión de los jefes militares.
Contra ellos no se levantó ningún cargo.
De acuerdo con informes policiales y de la Cancillería costarricense, el comerciante y el botero viajaron a Boca San Carlos para comprar víveres con que abastecer una pulpería en Cureña.
Ellos pasaron muy temprano el sábado por el puesto, con la autorización del Ejército.
El problema se suscitó al regreso, cuando entre las pertenencias de los ticos se encontraron 150 balas para pistola calibre 22. Fue entonces cuando los apresaron.
De la situación fue alertada la Cancillería y la Embajada de Costa Rica en Managua.
Este domingo, los costarricenses serían llevados a San Carlos de Nicaragua; no obstante, tras una reunión de jefes del Ejército, se resolvió liberarlos.
Ambos son personas conocidas en la zona e incluso, Martínez, el botero, transporta a los 19 jóvenes de Cureña que navegan 17 kilómetros por el río San Juan, para llegar al Colegio de Boca San Carlos.