La Asamblea Legislativa no avanza. Los diputados ya le pusieron el candado electoral a la agenda de proyectos de ley que se discute en cada uno de los órganos legislativos, desde las comisiones dictaminadoras hasta el Plenario.
Ausencia de congresistas que obliga a sesionar apenas con el cuórum justo (38 diputados para el Plenario) y guerra de mociones entre fracciones políticas hacia los proyectos que cada grupo impulsa son el pan de todos los días en el Congreso, en Cuesta de Moras.
“Todo está tallado, el cuórum se rompe a cada rato y se viene solo a hacer presencia. El pueblo tiene que verlo. Un solo diputado puede pararlo todo”, dijo el diputado independiente José Joaquín Porras.
Víctor Hugo Víquez, del PLN, lo reforzó. “Esto es una guerra, no hay interés de aprobar nada. Eso es, le pusieron un candado electoral”.
El liberacionista Fabio Molina culpa de las trabas al Partido Acción Ciudadana (PAC) por obstruccionismo, pero la jefa de ese partido, Carmen Muñoz, dice que muchos congresistas no tienen voluntad de sentarse a dialogar.
A los intereses de cada partido político se une el hecho de que tres de las ocho bancadas políticas tienen un solo legislador cada una, que además lleva el sombrero de candidato presidencial.
Es la situación de Renovación Costarricense, con Justo Orozco; el Frente Amplio, con José María Villalta, y Restauración Nacional, con Carlos Avendaño.
El cálculo político con tinte electoral de cada fracción se refleja en los movimientos de cada uno frente a los intereses de sus rivales.
No hay apoyo si no se recibe lo mismo a cambio. Y hay menos apoyo cuando una nueva ley puede beneficiar al gobierno de Laura Chinchilla o a alguno de los participantes de la carrera electoral.
Sin espacio. Mientras, la agenda de temas “graves” no avanza.
Los partidos no están dispuestos a permitir que sus contrincantes se beneficien si avanzan temas como investigación biomédica, fecundación in vitro , el freno al ingreso de capitales golondrina, los cambios a la Sala IV, la regulación del trasplante de órganos, las sociedades de convivencia o el derecho constitucional de acceso al agua.
Ese ambiente de batalla legislativa, a veces fría, a veces caliente, recibirá al nuevo paquete de reforma tributaria anunciado ayer por el gobierno de Laura Chinchilla.
El escenario más áspero es el de las comisiones con potestad legislativa plena, que no avanzan al verse detenidas por mociones de avocación de varios legisladores.
La avocación se usa para devolver proyectos al Plenario, pero la mayoría la emplea para frenar planes y negociar intereses a cambio.
Luis Gerardo Villanueva, presidente de la Plena III, dijo que ese foro está frenado. La I y la II están en las mismas. El PAC frena al PLN y viceversa. En tanto, el Movimiento Libertario hace lo mismo. La campaña electoral apenas comienza.