Los diputados del bloque cristiano quieren apropiarse de las 1.300 mociones que presentó el exlegislador Justo Orozco (evangélico, 2010-2014) contra el Proyecto de Ley de Sociedades de Convivencia.
Para ello, estos congresistas preguntaron al Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa y al presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, Juan Luis Jiménez, si podían firmar las enmiendas y, así, utilizar el tiempo que les permite el Reglamento, como si las propuestas fueran propias.
Gonzalo Ramírez y Abelino Esquivel, de Renovación Costarricense (el mismo Partido de Orozco); Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, y Mario Redondo, de la Alianza Demócrata Cristiana (ADC), hablaron a favor de tener el derecho a revivir las mociones del excongresista.
Ello les daría la posibilidad de hablar 15 minutos por cada enmienda, como proponentes, así como 30 minutos más (dos diputados que están a favor de la iniciativa pueden disertar 15 minutos cada uno).
Si los legisladores del bloque evangélico pudieran usar esos 45 minutos por cada moción, la Comisión tardaría 975 horas en tramitar las modificaciones que dejó planteadas Justo Orozco al Proyecto de Ley de Sociedades de Convivencia.
El martes pasado, la Comisión de Jurídicos aprobó un texto sustitutivo al plan, con tal de intentar que la iniciativa sea más viable, a los ojos del sector cristiano del Congreso.
Entre los cambios del nuevo texto está la posibilidad de inscribir la sociedad ante un notario público y no ante un juez de familia, con lo cual se evita toda modificación al Código de Familia.
En contra. Según el liberacionista Juan Luis Jiménez, no es posible que los actuales legisladores puedan firmar las mociones heredadas del periodo pasado.
“Como presidente de la Comisión, jamás podría permitir una interpretación o resolución donde se rompan los moldes vigentes”, dijo el verdiblanco.
El argumento de los legisladores es que si no hay un artículo en el Reglamento de la Asamblea Legislativa que impida firmar mociones de un exdiputado, podría ser posible suscribirlas.
Otros criterios técnicos apuntan a que abrir ese portillo sería llevar al ridículo el derecho de enmienda de los legisladores.
“No hemos dicho que las vayamos a firmar, solo hicimos la pregunta. En el Reglamento hay un vacío y el Departamento de Servicios Técnicos no ha podido responder”, dijo Fabricio Alvarado. Este legislador añadió que una decisión en esta polémica podría marcar un antes y un después, por las posibilidades que abre.
Gonzalo Ramírez, de Renovación Costarricense, explicó que la pregunta es muy válida, en tanto las mociones pendientes fueron presentadas por un miembro de su partido, Justo Orozco.
“Hay algunas mociones que nos interesaría firmar, porque con el texto sustitutivo no serían conexas, pero queremos usar las que hay ahí”, expresó Ramírez.
Insistió en oponerse a todo plan que permita la unión entre personas del mismo sexo, pues eso, sostuvo, distorsiona el matrimonio de hombre y mujer.