La Cancillería costarricense recalcó esta mañana en un comunicado que el fin de la relación "debe ser resuelto por las empresas socias, por ser de orden corporativo, que en nada afecta las excelentes relaciones entre ambos pueblos y gobiernos".
Así las cosas, queda en manos de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC, por sus siglas en inglés) el finiquito del proyecto Soresco anunciado con bombos y platillos en 2008 y constituido legalmente desde el 2009.
Este fue uno de los puntos de acuerdo de la cita entre el canciller Manuel González y el ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular de China, Wang Yi, tras una cita realizada este 18 de julio en Pekín.
La de este lunes es una actividad previa a la celebración de los primeros 10 años de relaciones bilaterales entre ambos países, que se cumplen en junio del 2017.
En la reunión se acordó "como muestra de colaboración, instruir a las compañías involucradas para una rápida solución a la situación actual".
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Tras seis años de mantener operando una empresa conjunta denominada Soresco, Recope y CNPC están en proceso de finiquito de una relación en la que aparte de millonarias erogaciones, no se dio ningún avance.
El plan de $1.510 millones arrancó en el 2009, durante el último año de la segunda administración de Óscar Arias (2006-2010), sin que lograra refinar un solo barril.
En 6 años de intentos por levantar la refinería en Moín, Costa Rica invirtió, sin éxito, más de $30 millones en salarios y estudios.
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El 14 de abril pasado, durante una comparecencia en el Congreso, la presidenta ejecutiva de Recope, Sara Salazar, hizo pública la decisión de separar a la firma costarricense del proyecto.
Esto luego de año y medio de estancamiento en los procesos de implementación de la refinería, frenada por la Contraloría General de la República en 2013, al señalar irregularidades de parte de Soresco en el proceso de elaboración del estudio de factibilidad de la firma.
Figueres, la ONU y un pacto.
No todo fue hablar del oro negro. En la cita, donde también participó el consejero de Estado chino, Yang Jiechi, los gobiernos de Costa Rica y China firmaron un plan de cooperación conjunta y ratificaron su alianza estratégica.
Además se conversó sobre el avance del proyecto de ampliación de la ruta 32, a cargo de la firma China Harbour Engineering Company (CHEC).
La ampliación de la vía será financiada por un préstamo chino por $395 millones y una contrapartida del gobierno costarricense de $70 millones.
En la misma se reafirmó la "alianza estratégica" entre ambos países basada "en la igualdad, la confianza mutua, la cooperación y la obtención de beneficios mutuos", señaló un comunicado de Cancillería esta mañana.
Dicha alianza enmarca una serie de proyectos que están en ejecución, y sirvió además para la presentación de Cristiana Figueres como candidata de Costa Rica a la secretaría general de las Naciones Unidas.
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Tanto González como Figueres impulsaron la candidatura costarricense para la silla principal de la ONU.
Tras nueve años de relaciones diplomáticas, Costa Rica celebra "la robusta relación que ambos Estados desarrollan", y se enfatizó en que esta relación se fortaleció al denominarla "asociación estratégica", hecho que se dio durante la visita del presidente Luis Guillermo Solís a China en enero 2015.
En la cita, González invitó a Yang Jiechi a la conmemoración de los diez años de relaciones diplomáticas que se llevará a cabo en Costa Rica en junio del próximo año.