Los usuarios de la autopista General Cañas tendrán que bajar la velocidad a su paso por el puente de la “platina”, sobre el río Virilla.
Ese es el propósito de los conos que colocó ayer al mediodía el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) en medio de los carriles.
Se trata de una medida urgente para disminuir el avanzado deterioro del concreto colocado entre las rejillas metálicas del puente.
Este daño ocurre debido a la oscilación de la estructura con el tránsito de los automotores.
“Estamos tratando de bajar la velocidad a los vehículos, básicamente para que no golpeen; necesitamos que la disminución de la velocidad se produzca cuanto antes”, manifestó José Luis Salas, director ejecutivo del Conavi.
Según Salas, esa fue la intención de los reductores de velocidad tipo banda sonora que se colocaron semanas atrás. No obstante, los dispositivos no lograron que los conductores pasaran más despacio.
La recomendación es que transiten por esta estructura a 40 kilómetros por hora.
“Ya habíamos puesto unas franjas, pero aquí pareciera que nos gusta (meter) la chancleta; entonces necesitamos bajarle la velocidad, porque estamos en este proceso del puente, esto es como medida de seguridad”, añadió.
Deterioro. La decisión de colocar los conos se tomó el jueves, luego de que funcionarios del Conavi inspeccionaran la losa, en que las rejillas quedaron completamente expuestas en algunos sectores.
Posiblemente, la próxima semana se decidirá si hacen nuevos rellenos de concreto, como ha ocurrido en los últimos dos años.
El puente sobre el río Virilla fue sometido a una intervención importante entre diciembre del 2010 y febrero del 2011, cuando se colocó una nueva losa con un sistema de rejillas y concreto chorreado al filo. La obra costó $4 millones.
No obstante, 10 días después de concluidos los trabajos comenzó el proceso de desmoronamiento del concreto.
Estudios realizados por el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica y, finalmente, por un consultor del Ministerio de Obras Públicas y Transportes determinaron que la nueva losa alivianó tanto el puente que aumentó la oscilación de manera inconveniente.
Esa situación es la causa del deterioro del concreto.
José Luis Salas reiteró ayer que está previsto comenzar otra intervención en el primer trimestre del próximo año, para cambiar nuevamente la losa por otra de concreto y acero, que será más pesada.
De la misma forma, están pendientes los trabajos de reforzamiento de la subestructura, que la componen las fundaciones, las pilas y los bastiones.
Se estima que toda la obra costará alrededor de $5 millones.
Además, hay un plan para construir un puente paralelo al ya existente, obra que realizará la empresa que asuma el contrato de concesión para ampliar la vía desde La Sabana, en San José, hasta San Ramón, Alajuela.