La atención que la Asamblea Legislativa le ha prestado al caso de los supuestos ofrecimientos de Daniel Soley, exviceministro de la Presidencia, a la procuradora general, Ana Lorena Brenes, ha entorpecido el progreso en la agenda de sesiones extraordinarias que adelantaba el Congreso.
Así lo consideraron varios jefes de fracción preocupados por la salida de Soley, quien fungía como interlocutor entre Zapote y cuesta de Moras al negociar el avance de proyectos de ley que eran del interés de ambas partes.
Gerardo Vargas, jefe de bancada del Frente Amplio, principal aliado del oficialismo, señaló que, ni el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, ni Emilia Molina, líder de la fracción de Acción Ciudadana, lo han buscado para definir las prioridades.
Las sesiones extraordinarias van del 1.º de diciembre al 30 de abril. En este periodo el Gobierno define las iniciativas de ley a discutir en el plenario y en todas las comisiones legislativas.
“Este caso afectó los puentes con el ministro Jiménez y la definición de una ruta legislativa”, dijo el jefe de los verdiblancos Juan Luis Jiménez.
Sin embargo, admitió que su bancada no veía en Soley a un vocero válido del Ejecutivo.
Mario Redondo, de la Alianza Demócrata Cristiana (ADC), comentó que el presidente legislativo, Henry Mora, se ha presentado ante ellos como el nexo con Zapote, lo que calificó como impropio.
Por su parte, el libertario Otto Guevara lamentó que “el brío” con el que retomaron sus labores los diputados se haya enfriado con el asunto Soley.