Es de humanos, después de todo, pero ¿a quién no le gusta recibir incentivos? Sin embargo, para los asesores legislativos, los métodos para obtener un aumento instantáneo del 55% del salario depende solo de una carta del diputado que lo contrató.
Esta es una de las características de la dedicación exclusiva que la Administración legislativa le paga a los 161 consejeros de confianza que disfrutan de este beneficio económico, que suma entre ¢300.000 y ¢375.000 a su depósito quincenal
En total, el 50% de la planilla de asesores bajo el régimen de confianza recibe el beneficio.
El director de Recursos Humanos de la Asamblea Legislativa, Hugo Cascante, explicó que la contratación de los asesores de confianza queda a discreción de cada legislador.
Esta discrecionalidad también se aplica a las reglas y labores que debe cumplir cada asesor, de manera que la participación de la administración en cuanto a la regulación es limitada.
La Administración del Congreso se limita a ejecutar las acciones señaladas por el diputado, ya que sobre él recae la responsabilidad de lo que hagan sus trabajadores de confianza.
Sin embargo, dice Cascante, los empleados de confianza deben presentarse al Congreso según los horarios establecidos en las directrices de personal.
Esto no quita que un diputado tenga el poder de dar y quitar beneficios con solo una carta, tal es el caso del pago por dedicación.
Un caso ejemplar. La salida a la luz pública del caso del exlegislador Peter Guevara permitió ahondar más en las potestades de los diputados y los asesores de confianza.
Guevara, actual candidato a alcalde por Santa Ana y hermano del diputado y fundador del Movimiento Libertario, Otto Guevara, recibió el beneficio de dedicación exclusiva durante los cinco años que ejerció como asesor: del 2009 al 2015.
En ese periodo tuvo dos jefes: los parlamentarios del Movimiento Libertario, Mario Núñez (hasta abril del 2010) y Damaris Quintana (2010-2014).
En ese lapso se le pagó el plus de acuerdo con su grado profesional de arquitecto, a pesar de que según el mismo Guevara, desde 1997 no ejercía esa profesión.
La pregunta surge sola: ¿Por qué se le pagó ese beneficio por su calidad de arquitecto si tenía más de una década de no ejercer?
Guevara se abstuvo de responder, a pesar de que su chat de Facebook acusaba haberlo leído.
Su caso revela una realidad: en teoría, la dedicación exclusiva se paga en el Congreso para evitar que los profesionales se dediquen a otras ocupaciones. Así lo señaló la Procuraduría General de la República en la consulta C-200-1997.
Sin embargo, algunos, como en el caso de Guevara, aprovechan cualquier otra oportunidad para redondear sus ingresos, a pesar de que tengan años de no ejercer la carrera por la que cobran dedicación.
Cuestionado por laborar en otras ocupaciones extralegislativas, Guevara optó por responder que su dedicación exclusiva se limitaba a la arquitectura. Esto le permitía asesorar a empresas en lo que él llamó su “tiempo libre”, a pesar de que aducía que no tenía un horario fijo.
Al cuestionársele a la exdiputada Quintana sobre los quehaceres de Guevara, la libertaria dijo desconocer las ocupaciones extra de su asesor.
Casos como el de Guevara se encuentran en la Asamblea con tan solo solicitar el control de asesores legislativos, donde se registran solicitudes de pago de dedicación exclusiva, sin que se justifique técnicamente. Así, por ejemplo, se encuentran agrónomos, expertos en relaciones internacionales y administradores de empresas, sin que medie una explicación.
Cascante dijo que al ser plazas discrecionales, los diputados escogen a quien deseen, tenga o no tenga grado académico, y si lo tiene, puede aspirar a obtener el beneficio por dedicación, siempre que cumpla con el Decreto Ejecutivo 23669-H, del 31 de enero de 1997.