Johnny Araya, candidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), cerró su campaña confiado en que la estructura de su agrupación le permitirá tener hasta un millón de votos para ganar en primera ronda.
Eso a pesar de que no todas las encuestas de opinión le dan el porcentaje necesario para alcanzar el 40% requerido para ser presidente de la República.
Según dijo el verdiblanco ayer, durante su visita a los principales mercados de San José, la presión que tiene el PLN es la de sacar la mayoría de votantes antes del mediodía de hoy, como una última batalla contra el abstencionismo.
“Tenemos padrones verdes, tenemos el censo, que nos van a permitir llevar control de cuánta gente ha votado. Estamos buscando un millón de votos para ganar sobradamente”, dijo Araya.
Entre los estrechos callejones de los mercados Borbón, Central y del antiguo Registro Civil, Araya hizo los últimos esfuerzos por pedirle a la gente que vote por él.
Antes de iniciar su última jornada de proselitismo, ayer por la mañana, el liberacionista aseguró que sigue viendo como su principal contrincante al aspirante del Frente Amplio, José María Villalta.
Más tarde, frente a un pequeño auditorio compuesto por observadores internacionales, Araya se quejó de las encuestas, sobre todo de las que lo ponían en un escenario complicado para ganar e, incluso, para entrar en una segunda ronda.
“Debería existir un instrumento totalmente neutral para auditar las encuestas”, dijo el candidato.
El acto final de la campaña de Araya fue una caminata por la avenida central de San José, del restaurante Chelles al hospital San Juan de Dios, en la calle 14.
Ahí, negó que busque afectar a los vendedores de lotería con impuestos y escuchó quejas de los chinameros. El día de Araya terminó en territorio seguro, Palmares, con una visita a casa de sus padres, Fabio Araya y Miriam Monge.