EscucharLa reforma del Estado y los problemas de recaudación de tributos, empleo público y el recorte de privilegios, serán las prioridades de la nueva etapa de diálogo que iniciaron ayer, en Casa Presidencial, el Gobierno y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Ambas partes, encabezadas por el presidente José María Figueres y el exmandatario Rafael Angel Calderón, acordaron impulsar el trámite de nueve proyectos legislativos dirigidos a transformar el Estado costarricense. Conformarán, además, tres comisiones especiales para profundizar en problemas considerados de urgencia (cuadro aparte).
Tras cuatro horas y media de conversación, los temas polémicos donde no hay acuerdo fueron dejados de lado, al menos en la agenda pública del diálogo, aunque uno y otro esperan llevarlos a la mesa de negociación en próximas ocasiones.
Por esta razón, el trámite de nuevos impuestos, con los cuales el Gobierno pretendía recaudar este año ¢45.000 millones, una vez más quedó aplazado por tiempo indefinido ante la negativa rotunda de la oposición a discutir el tema.
Ante esta situación, el Poder Ejecutivo no descarta imponer más medidas administrativas para compensar el faltante.
Pero asuntos que eran de interés para el PUSC tampoco fueron estudiados, como la apertura del monopolio de seguros.
Por el Gobierno también participaron los vicepresidentes Rodrigo Oreamuno y Rebeca Grynspan, y el jefe y subjefe de la fracción legislativa del Partido Liberación Nacional (PLN), Luis Gerardo Villanueva y Roberto Obando, en su orden.
Por el PUSC asistieron, además, el excandidato presidencial Miguel Angel Rodríguez, y los jefes de la bancada opositora, Bernal Aragón y Lorena Vázquez.
Esta fue la primera conversación pública de Figueres y Calderón, en pos de alcanzar un acuerdo nacional de concertación, luego de cuatro sesiones secretas efectuadas en las últimas tres semanas y que salieron a la luz el pasado viernes, con la firma de un compromiso entre ambas figuras.
Loas y críticas
Oficialistas y opositores abundaron en mutuos adjetivos laudatorios. "Lindo proceso", "esperanzador", "cordial", "patriótico", aunque los sindicatos y partidos minoritarios alegan que este fue un acuerdo entre el calderonismo y el figuerismo para repartirse el país.
"El Gobierno trata de montarse sobre la ingobernabilidad para tapar la impopularidad que ha alcanzado. Ha tenido que valerse del PUSC para cogobernar con ellos", opinó José Joaquín Meléndez, secretario general de la Central de Trabajadores Rérum Novárum.
Para Víctor Hugo Núñez, diputado del Partido Agrario Nacional (PAN), en esta discusión se marginó al pueblo. "La luna de miel no va a durar mucho porque cuando se discuta el tema de impuestos (el PUSC y el Gobierno), defenderán sus intereses", añadió.
La reunión, efectuada en el despacho del mandatario, inició a las 8:35 a.m. en medio de apretones de manos, sonrisas y buenos augurios, y concluyó a la 1:00.p.m. con más sonrisas y palmoteos de espalda.
Los opositores habían reconocido el miércoles que en la primera jornada de diálogo esperarían a que el Gobierno tomara la iniciativa. Fuentes confiables revelaron que el PUSC no deseaba que se reforzara la idea de la existencia de un "cogobierno". El Poder Ejecutivo aceptó que ante esa situación sugeriría algunos puntos de negociación.
El proceso
El siguiente encuentro entre las dos delegaciones se efectuará el 1°ree; de junio, y en ese momento se espera revisar el avance de la agenda planteada y las comisiones que analizarán los problemas de empleo público, recaudación tributaria y el recorte de privilegios.
Estarán integradas por al menos dos miembros del PLN, otros tantos del PUSC y similar número del Gobierno, aunque estos últimos puestos podrían ser ocupados por líderes de otros grupos sociales, políticos o económicos de la sociedad costarricense.
Estos comités deberán rendir un informe sobre el "nivel de consenso nacional" que existe en relación con el tema asignado. El documento deberá estar listo en un plazo máximo de cuatro meses, e incluso podría incluir propuestas de legislación.
Colaboraron en esta información Wílliam Alberto Méndez, Emilia Mora y José David Guevara, redactores de La Nación
¿El fin del desacuerdo?
Con la definición de una agenda de trabajo para próximas reuniones, el Gobierno y la oposición esperan superar un año de constantes dimes y diretes, acusaciones y reproches.¿
Esta es la lista de las prioridades definidas ayer.
Proyectos de ley
Justicia tributaria: tipifica como delito la evasión fiscal y elimina el escudo fiscal de las empresas. Ya recibió primer debate en el Congreso.
Ley de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos: transforma y amplía las potestades del Servicio Nacional de Electricidad (SNE).
Ley de pensiones: reforma y regula todo el sistema nacional de fondos para jubilación.
Ley General de Aduanas: moderniza y agiliza el sistema aduanero nacional.
Paquete de reformas financieras: permitiría a los bancos privados manejar cuentas corrientes y acceder al redescuento del Banco Central. Transforma a ese ente emisor.
Reformas legislativas para mejorar la seguridad ciudadana: incluye modificaciones en el Código Penal y una ley de armas y explosivos.
Ley de presupuestos públicos: establece mecanismo para que los presupuestos del Gobierno Central se adapten a planes específicos y sean usados eficientemente.
Comisiones:
Aún no está claro el contenido de los aspectos de estos grupos pero algunos serían:
Empleo público: análisis del Servicio Civil y los mecanismos para contener el crecimiento de las planillas del Estado.
Recorte de privilegios: pretende analizar prebendas y beneficios exagerados que aún persisten tanto en el sector privado como en el público.
Recaudación de tributos: buscará formas más eficientes de cobrar los impuestos ya existentes. No planteará la creación de nuevos gravámenes.
