San José
El año 2013 ha tenido un denominador común en la Asamblea Legislativa: la imposibilidad de que las fracciones acuerden una agenda de proyectos de ley de consenso, durante las sesiones ordinarias.
Ante las infructuosas pláticas, el Directorio Legislativo optó por impulsar este jueves un nuevo paquete de mociones para delegar proyectos a las tres comisiones plenas, integradas por 19 diputados cada una, con la esperanza de que los miniplenarios puedan resarcir la escasa productividad del congreso.
Alternativas. Pero la agenda del plenario sigue a la deriva. El diputado Rodolfo Sotomayor, jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), afirmó que es momento de que las bancadas evalúen acciones para remediar la imposibilidad de llegar a acuerdos.
“Vamos a tener que ver qué hacer. A lo mejor resultará mejor consensuar proyecto por proyecto y tal vez no una única agenda”, sugirió.
Carmen Muñoz, jefa de fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), propuso renunciar a una agenda de 15 proyectos y permitirle a cada una de las fracciones proponer un proyecto de su interés.
“Por ahora se han logrado acuerdos para limpiar la agenda con la votación de proyectos no conflictivos, de carácter municipal pero, efectivamente, los temas fuertes están fuera de la agenda”, agregó.
El jefe de fracción del Movimiento Libertario, Danilo Cubero, afirmó que se le dedica mayor importancia de la que merece a la ausencia de acuerdos para fijar la nómina de planes, pues “siempre va a existir una agenda de proyectos por discutir y votar”.
Cubero le achacó la culpa por la ausencia de brújula en la agenda legislativa a Casa Presidencial y a la presidencia de la Asamblea Legislativa, en manos del liberacionista Luis Fernando Mendoza.
“Si en Casa Presidencial ven que en la Asamblea no hay nada importante, ningún ‘tema país’, que lo digan abiertamente”, reclamó.
Gobierno preocupado. Por su parte el ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, reconoció que en Zapote existe preocupación por la falta de acuerdos legislativos.
El jerarca aseguró que la situación legislativa es más seria aún cuando se cae en cuenta de que la agenda de sesiones ordinarias no es más que “la simple sumatoria de proyectos de interés de todas las fracciones”.
“Hemos conversado con varios diputados, pero es poco lo que Casa Presidencial y Liberación Nacional (PLN) pueden lograr, cuando son dos fracciones de oposición las que no logran ponerse de acuerdo”, señaló, en referencia a las bancadas del PAC y del Libertario, que objetan mutuamente los planes que han propuesto para la agenda de consenso.
“Por supuesto que abogamos por que las bancadas se pongan de acuerdo, pero también es importante reconocer que este es un problema de la oposición”, puntualizó el ministro.
Entre el 1° de mayo y el 31 de julio, y del 1° de setiembre al 30 de noviembre, el congreso se encuentra en periodo de sesiones ordinarias, fase en el que las bancadas controlan su agenda de planes por discutir.
El resto del año legislativo lo controla Casa Presidencial, durante las sesiones extraordinarias.
Para fijar la lista de 15 proyectos para encabezar el orden del día del plenario durante ordinarias, el artículo 36 del Reglamento Interno les impone a los diputados la obligación de negociar sus prioridades, que se incluyen en la agenda en un número proporcional a la cantidad de diputados de cada grupo.
Por ahora el punto alto del primer mes de las actuales ordinarias es la aprobación del plan para recortarle ¢18.000 millones a la deuda política para las elecciones presidenciales del 2 de febrero del 2014.
El actual será el último periodo de ordinarias de la Asamblea Legislativa pues el periodo constitucional 2010-2014 cerrará con las extraordinarias que abarcarán del 1° de diciembre al 30 de abril.