El estruendo de latas que se retuercen, vidrios rotos, puertas desprendidas y personas lesionadas, es algo habitual en el día a día de los comerciantes ubicados en la esquina al costado norte de la Cruz Roja de Heredia.
Según datos de la Policía de Tránsito, en ese lugar se registraron 36 colisiones solo durante el primer trimestre del 2015.
La causa principal es el irrespeto a la señal de alto que se encuentra en el sentido este-oeste, sobre la avenida 3, calle 0.
Varios de los accidentes han sido capturados por la cámara de seguridad que colocó Percy Vargas en su vivienda.
En una de estas grabaciones se observa cómo quedó destrozada una moto que fue golpeada por un automóvil. El motociclista tuvo que ser trasladado al hospital con múltiples lesiones.
Además, un bus chocó con una patrulla de la Fuerza Pública; uno de los policías quedó herido.
También se puede ver cómo un vehículo se da a la fuga luego de colisionar a un carro que viajaba en dirección norte-sur.
“Del 15 al 22 de diciembre del año pasado mi cámara registró ocho accidentes. Aquí se necesita un reductor de velocidad. El descuido de la gente es demasiado”, resaltó Vargas.
Yamileth Sandoval trabaja en en la panadería Trigo Miel. Varias veces ella ha salido para socorrer a los heridos.
“Yo lo que hago es traerles agua, la ventaja es que la Cruz Roja está a la par. Todos salimos corriendo cuando se escucha el ruido del choque y siempre es la misma causa: el irrespeto a la señal de alto”, aseguró Sandoval.
De hecho, el dueño del local donde se encuentra la panadería optó por instalar unos barrotes de seguridad.
“Puso los barrotes hace ocho años porque ya eran varios los carros que, tras chocar, se metían a la acera. Igualmente, en estos ocho años ya los han botado tres veces, por lo mismo, por las colisiones”, explicó Sandoval.
Heridos. La Cruz Roja tiene su sede a 25 metros de esa esquina.
Según Manrique Zúñiga, administrador de ese cuerpo de socorro, cada mes atienden a unas ocho personas debido a los incidentes en el lugar.
Algunos pacientes requieren de traslado al hospital; muchos se tratan en el mismo sitio.
“Son demasiados los accidentes. Gracias a Dios no hay vidas que lamentar. Entre semana hay hasta cuatro colisiones. Se atienden personas con golpes en la cabeza, fracturas en las extremidades, ataques de nervios, entre otros”, relató Zúñiga.
La oficina del funcionario está en un segundo piso. Desde allí puede ver las imprudencias que cometen los conductores al irrespetar la señal de alto.
“Veo cómo la gente viene hablando por celular, viene distraída. Se les olvida el alto, parece que no lo ven. Hay que hacer algo”, manifestó el funcionario de la Cruz Roja.
Solución. Debido a la cantidad de accidentes, Zúñiga expresó su preocupación ante la Municipalidad de Heredia y les propuso a las autoridades locales la colocación de un semáforo o algún dispositivo reductor de velocidad.
Por su parte, el alcalde José Ulate Avendaño explicó que el Ayuntamiento herediano está en disposición de tomar acciones.
“Estamos esperando el visto bueno del Departamento de Ingeniería de Tránsito para colocarlo (un reductor). Esto urge, porque a cada rato se registra un choque ahí. La gente se brinca el alto, no lo respeta”, reconoció Ulate.