Manuscritos y pictografías plasmados por las culturas indígenas hace más de 5.000 años, en papeles antiguos y hasta sobre pieles de animales, permiten descubrir cómo vivían y pensaban estas civilizaciones.
Tales reliquias, llamadas códices, constituyen todo un patrimonio documental, pues cuentan la historia de las sociedades de Mesoamérica (parte de México y Centroamérica, excepto Panamá) antes de la dominación española.
De hecho, en 1997 estos documentos fueron incluidos en la Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Si le intriga o le apasiona el tema, una charla y una exhibición llamadas Códices de México, memorias y saberes, le esperan en la Galería Nacional del Museo de los Niños, en San José. La exposición, incluso, fue declarada de interés educativo por parte del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Ambas actividades son gratuitas y están dirigidas a estudiantes de educación diversificada, universitarios de carreras como Historia del Arte y Arqueología, y amantes de la historia en general.
¡Todavía hay espacio!
La conferencia se llevará a cabo este martes 31 de octubre, a las 10 a. m. Aunque la entrada es libre, el cupo es limitado. Sin embargo, todavía tiene tiempo de reservar un espacio: ingrese a: www.museocr.org/codices y llene el formulario; también puede escribir al correo: eventos@museocr.org o llamar al teléfono: 2105-0509.
La ponencia estará a cargo de Baltazar Brito, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de México (INAH).Posteriormente, María de Lourdes Bejarano presentará la Matrícula de Tributos, uno de los códices más representativos de la cultura mexicana.
"Los códices son muy importantes, porque a través de ellos podemos ver y conocer la concepción que tenían los mesoamericanos de su entorno, el aprovechamiento que hacían de sus materias primas, la ubicación de sus asentamientos, entre otros temas que son relevantes para el desarrollo de las sociedades histórico-culturales", explicó Bejarano en un comunicado.
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Según dijo la experta, estos archivos, además, brindan datos valiosos sobre esas antiguas culturas; entre estos, la organización de sus calendarios, su cartografía, sus costumbres, la convivencia entre los pueblos y los conflictos de antaño.
Dichas disputas, aseveró Bejarano, "nos pueden ayudar a comprender algunos de los enfrentamientos que se siguen presentando entre las comunidades indígenas".
El turno de observar
La exhibición, por su parte, también quedará abierta al público a partir de este martes 31 de octubre y hasta el 26 de noviembre.
Puede visitarla de martes a viernes, de 8:30 a. m. a 4:30 p. m., y sábados y domingos, de 9:30 a. m. a 5 p. m.
En los pasillos de la muestra podrá observar 39 réplicas de códices, en papel amate (de origen vegetal y propio de las culturas prehispánicas en México) y otros soportes.
Estas representaciones fueron elaboradas especialmente para la exhibición. La particularidad de estas piezas es que siguen la tradición pictográfica y la forma de elaboración usada por los indígenas de entonces.
La mayor parte de estos documentos datan del siglo XVI y otros son de los siglos XVII y XVIII.
De acuerdo con con la experta mexicana, se trata de piezas que revelan un alto grado de desarrollo cultural, científico y artístico de los pueblos mexicanos.
Estos dan cuenta de complejos sistemas de creencias y saberes que abarcan todos los ámbitos de la vida: geografía, historia, economía, biología, calendarios y simbología.
Si desea más información, llame al 2105-0509, escriba a: eventos@museocr.org, o visite el evento en el Facebook Códices de México, memorias y saberes.
Tanto la charla como la exposición, son organizadas por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de México y el Centro Costarricense de Ciencia y Cultura (C.C.C.C.).
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Más sobre los códices
A los libros de pinturas o manuscritos realizados sobre un soporte flexible (papel amate, maguey o piel de animal) originados por las civilizaciones indígenas mesoamericanas a partir del siglo XIX, se les conoce como códices.
Estos documentos se consideran los únicos ejemplos conservados de un sistema de lectura y escritura característico de esas culturas.
Esto porque, aunque pudo haber otros sitios de producción de códices, desaparecieron producto del medio ambiente y del paso del tiempo.
Del siglo XIV al XVI, se conservan alrededor de 15 exponentes de la zona maya y mixteca de México, mientras que del siglo XVI al XVIII, se conocen alrededor de 500 piezas de diversas regiones.
Por ese motivo, representan una fuente primaria de información sobre las culturas prehispánicas y las primeras relaciones entre los pueblos aborígenes y los españoles.