Descubrir mitos, costumbres, rituales y detalles sobre las civilizaciones que vivieron hace cientos de años en nuestro país es posible si se observa “más allá de los objetos”.
Ese es el objetivo de la más reciente exposición de piezas arqueológicas que ofrecen los Museos del Banco Central. La idea es retar a los visitantes a mirar con lupa los tesoros precolombinos y descifrar sus secretos.
Así lo explicó la curadora del los Museos, Priscilla Molina, quien asegura que con las 57 piezas de cerámica y lítica (piedra), que componen la exhibición, denominada “Más allá de los objetos”, se busca responder quiénes eran las personas que las fabricaron, por qué las hicieron y cuáles eran sus ideas, a través de símbolos, formas y otras características.
De acuerdo con Molina, este enfoque permite a la gente viajar en el tiempo y ver cada pieza como un libro que cada civilización escribía a partir de su visión de mundo y las ideas que quería comunicar.
Dioses y guerreras. Desde esta perspectiva, a lo largo de la exposición que incluye piezas de las regiones arqueológicas del país (Pacífico Norte, Caribe-Central y Pacífico Sur) y que datan del 300 a.C al 1550 d.C, se pueden hacer algunas interpretaciones.
Por ejemplo, el impacto de la influencia mesoamericana, pues se notan imágenes que tienen que ver con poblaciones de México y Guatemala.
“El típico es la figura de la serpiente emplumada (Quetzalcóatl). Recordemos que existe un mito muy complejo en Mesoamérica sobre la trascendencia de esta deidad que llegó a la tierra a enseñarles a los seres humanos diversas destrezas para la supervivencia”, mencionó Molina.
Según ella, ver esta imagen en varias de las piezas, quiere decir que existía una relación con los pobladores de aquella región (puede ser por migraciones), pero, además, que esta influencia fue tan fuerte que duró hasta por 500 años. Nuestros antepasados la interiorizaron y le dieron su propio significado.
En algunos objetos de cerámica también es común observar representaciones de animales, lo que habla de la importancia que estos tenían como seres protectores y guías.
Otro de los aspectos que se rescata a través del análisis de las figuras precolombinas es que las mujeres tenían un papel social protagónico. “Este se representa a través de la indumentaria y las decoraciones corporales que ellas tenían, las cuales también se aprecian en algunas imágenes masculinas” , explicó Molina.
Entre los artefactos de la región Caribe predominan diseños con cabezas trofeo. Ello, sin duda refleja la realidad de poblaciones que estaban en situaciones de conflictos bélicos.
Asimismo, refuerza un mito de aquella época, en el que se creía que al matar a un hombre, los guerreros absorbían su fuerza y poderío.
Recorrido. Todas las piezas de esta exhibición se encuentran distribuidas en siete secciones, donde se subrayan las regiones, los distintos materiales utilizados, así como la vinculación con mitos y tradiciones.
Así, en las dos primeras, se hace una introducción al mundo de los símbolos, mientras que en la tercera se describe cómo las piezas fueron elaboradas en determinadas épocas y contextos.
También hay espacios dedicados a estudiar objetos hechos a partir de barro y rocas, así como formas de manufactura.
En ese sentido, hay un área destinada a piezas de cerámica que incluye vasijas y jarrones y otra con objetos de lítica, en la que se pueden apreciar diferentes tipos de metates.
Esta exposición se mantendrá abierta durante un año.