El ministro de Cultura de Costa Rica, Manuel Obregón, y su homólogo de Perú, Luis Peirano, firmaron una carta que será enviada a la ministra de Cultura y Comunicación de Francia, Aurélie Filippetti, en la que solicitan la cooperación de ese país para detener el tráfico ilícito de bienes culturales.
El documento fue entregado al embajador de Francia en Costa Rica, Jean Baptiste Chauvin, quien será responsable de hacerla llegar al Ministerio de Cultura francés.
Según declaró Obregón, tanto Perú como Costa Rica se han visto afectados por el comercio ilícito de piezas arqueológicas que forman parte de su patrimonio cultural.
“El caso más reciente fue una gran subasta de arte precolombino que organizó la casa Sotheby’s en París. Ahí se pusieron a la venta bienes culturales de varios países iberoamericanos”, declaró.
Entre el 22 y 23 de marzo pasado dicha casa subastadora ofreció a coleccionistas un total de 313 piezas fabricadas por civilizaciones precolombinas americanas de países como Perú, México, Guatemala, Panamá y Costa Rica.
A pesar de las gestiones que se hicieron desde varios países la subasta se realizó y, de las 26 piezas costarricenses en oferta, se lograron vender 6. “Existe una Convención d e la Unesco de 1970 que obliga a los países firmantes a adoptar medidas para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia ilícita de bienes culturales. Costa Rica, Perú y Francia forman parte de esa convención y por eso en nuestra carta solicitamos el respeto a ese instrumento internacional”, declaró Obregón.
En la carta, los jerarcas llaman la atención sobre la obligatoriedad de incluir la Convención dentro de la legislación interna de cada país.
“La razón para traer a discusión algo tan evidente es la actitud de ciertas casas de subasta que argumentan que la citada Convención surte efecto para los Estados, mas no para los particulares residentes en ellos”, reza el documento. De acuerdo con Obregón, el principal problema es que en países como Francia o Inglaterra no existe regulación sobre el comercio de bienes culturales en el ámbito privado como galerías y grandes casas subastadoras. Por su parte, el embajador de Perú en Costa Rica, Luis Sándiga, afirmó que el problema del tráfico ilegal de bienes patrimoniales afecta seriamente a su país.
“Es una situación preocupante que se puede resolver con acciones conjuntas”, declaró.