Pablo Griss es un creador de espacios. Pinta por amor a la pintura misma; la dispone de forma que sus cuadros sean nuevos territorios para recorrer, cuestionar y disfrutar.
El reconocido artista venezolano exhibe nueve recientes creaciones en Klaus Steinmetz Contemporary Art , en San Rafael de Escazú. Las obras forman parte de su nueva serie Intervention .
Repetición y simetría son las claves para adentrarse en estos cuadros de Griss. A través de fuertes colores contrastantes, el pintor crea nuevos espacios que sugieren direcciones a la mirada y le abren, a la vez, posibilidades de recorrerla a gusto. “Mi obsesión en estos cuadros es con el espacio”, dice.
“Todo viene a base del rombo: el rombo deformado, estirado, reconstruido. Las obras tienen ese sentimiento simétrico que surge a partir de la figura del rombo. Son colores planos, figuras planas que tienen un efecto multidimensional y de movimiento”, explica.
Se trata de formas sin comienzo ni final, intervenidas por líneas que crean la sensación de movimiento y expansión ilimitada.
“Son estructuras que, en algunos casos, te canalizan hacia arriba; en otros, te empujan hacia los lados”, considera.
Del mismo modo, fluyen en infinidad de direcciones las interpretaciones. “Hay miles de personas que han tratado de interpretar la obra: estoy de acuerdo con todos y en desacuerdo al mismo tiempo. Es lo que es. Es una construcción de figuras geométricas planas que te hacen sentir que hay otras dimensiones”, detalla.
La obra de Griss despierta ecos del cinetismo de pintores latinoamericanos como Carlos Cruz-Diez, pero más próximo al artista es Peter Halley, quien recientemente tuvo una exposición individual en la misma galería costarricense. También hay ecos de Frank Stella y de otras corrientes y escuelas, como el op art y la Bauhaus.
Pintor. La base de esa pasión por la geometría de Griss es anterior. Estudió Ingeniería en la Universidad de Columbia (EE. UU.), pero pronto se decantó por la pintura.
“En mi mente, la matemática siempre ha sido algo muy natural. A veces, la gente disocia el arte con la matemática. Cuando hablas de arte abstracto, están más cerca que nunca: se revela esa relación”, considera Griss.
En la abstracción, lo sencillo deviene ambiguo, y los colores planos profundizan en nuevas capas de interpretación. “No creo en los cuadros en los que hay una dictadura dentro. Me gusta que el cuadro no se encierre en una dirección. Podría ser una columna vertebral, una escalera a otra dimensión”, declara el pintor.
Junto con la simetría y la sugestión de direcciones, en estas pinturas sobresale la limpieza de sus superficies, obtenida gracias al uso meticuloso de cinta adhesiva y la aplicación de colores sólidos de gran energía.
“En esta etapa, quería que fuera lo más limpio y concreto que puedo lograr haciendo pintura”, dice. Griss se mudará a Berlín, donde continuará explorando estas formas de borde duro – esta vez, sin la cinta, armado con el pincel –.
Griss también prepara la serie Black Gold . “Se trata de intervenciones geométricas en negro sobre hojilla de oro de 24 o 18 quilates, en gran formato”, explica.
La exposición Intervention estará abierta al público en Klaus Steinmetz Contemporary Art durante un mes. La galería se ubica al costado este de Plaza Rolex, en San Rafael de Escazú.