“Si me enfermo, quiero que ella me pueda visitar en el hospital, que tengamos derecho a heredar o a asumir un crédito para vivienda juntas”, expresó Fiorella Bruno, activista lesbiana, quien desde hace 10 años convive con su pareja.
Aunque desde hace una década formaron una familia, la ley no les reconoce derechos que sí tienen las parejas heterosexuales.
Ante esa desigualdad, un grupo de homosexuales se presentarán este miércoles ante el Juzgado de Familia de San José para intentar legalizar su relación, a través de la figura de unión de hecho.
Ellos, liderados por el abogado Marco Castillo, se ampararán en la reforma a la Ley de la Persona Joven, que entró a regir este lunes.
El cambio a esa normativa fue aprobada por la Asamblea Legislativa el 24 de junio, y firmado por la presidenta Laura Chinchilla.
“Se aprobó un inciso que modifica el artículo 242 del Código de Familia, según el cual las uniones solo se permiten entre parejas heterosexuales”, señaló Marco Castillo, líder del Movimiento Diversidad.
En su lugar, se estableció “el derecho al reconocimiento, sin discriminación contraria a la dignidad humana, de los efectos sociales y patrimoniales de las uniones de hecho que constituyan de forma pública, notoria, única y estable, con aptitud legal para contraer matrimonio por más de tres años”.
“Lo que buscamos es equidad y respeto. Es motivo de celebrar que este tema ya se esté dando y que haya un reconocimiento público sobre la discriminación existente”, manifestó la activista Bruno.
La decisión ahora estará en manos de los tribunales.
Respecto a las declaraciones que dio monseñor Hugo Barrantes a La Nación sobre lo que piensa de la homosexualidad y el “ruido que generan estas minorías en Costa Rica” , el Movimiento Diversidad calificó las respuestas de homofóbicas, misóginas y estereotipadas. “Desde un marco de derechos humanos, desconoce y violenta todo lo que se ha tratado de construir en el país con respecto al tema de derechos humanos”, dijo la vocera Marisol Fournier. ”En ese sentido, esperaríamos que la gente, más allá de su fe, respeten los derechos humanos, ya que no es una cuestión que tenga que ver con la fe”.