"Veo a Antonio Álvarez Desanti metido, utilizando el cristianismo para atraer votos. Es más, una noche de estas, el Directorio legislativo le hizo un homenaje a la Alianza Evangélica Costarricense, en nombre de toda la Asamblea Legislativa, como uno de sus últimos actos, como muestra de su alianza con Johnny Araya y la familia de Gonzalo Ramírez."
Así resumió el fundador del PAC, Ottón Solís, las razones de que el candidato presidencial de Liberación se apuntara con un diputado evangélico, abogado, pastor y predicador evangélico, para colocarlo a la cabeza del Poder Legislativo.
Casi cuatro horas después de la derrota que sufrió ante el pastor evangélico por la presidencia de la Asamblea Legislativa, el diputado Ottón Solís condensó en varios párrafos su opinión sobre ese palancazo liberacionista, que no solo colocó a Ramírez a la cabeza, sino que le dio otro cargo en la cúpula a otro pastor, copartidario de Ramírez.
Con el apoyo del Partido Liberación Nacional (PLN) y de tres socialcristianos, así como los votos indirectos de cuatro frenteamplistas, Ramírez fue elegido como presidente del Directorio este 1.° de mayo, a las 5:45 p. m.
Poco después, Abelino Esquivel, también de Renovación Costarricense y también pastor evangélico, fue colocado como segundo prosecretario.
Para el fundador del Partido Acción Ciudadana (PAC), esa decisión liberacionista devuelve al partido verdiblanco a las catacumbas y establece peligrosas mezclas entre poder político y religión, teñida de profundo fundamentalismo religioso.
"Hoy el 'nuevo' PLN, el de Antonio Álvarez Desanti, llevó a la presidencia de la Asamblea Legislativa al diputado Gonzalo Ramírez, un predicador evangélico, especialmente conservador e intolerante. No solo eso: a otro predicador evangélico, igualmente conservador e intolerante, este PLN 'renovado' lo llevó a una prosecretaría", manifestó Solís en una publicación que hizo en su página de Facebook, a las 9:36 p. m. de este 1.° de mayo.
A criterio del fundador del partido de gobierno, se trata de la penetración de la "derecha cristiana fanática" en la política costarricense, al igual que considera que ha penetrado esta en la norteamericana, pero aquí, en el terruño, facilitada por los 18 legisladores de Liberación Nacional, entre ellos su candidato presidencial.
"Ya es preocupante que estos pastores se hayan aprovechado de la fe de sus feligreses para obtener diputaciones. Pero que el candidato del PLN ahora los sitúe en la mesa del directorio del Primer Poder de la República, nos deja perplejos", añadió el legislador de Acción Ciudadana.
La Edad Media política
Aunque Solís alega que él tiene sus creencias cristianas y que considera necesario que este tipo de ideas circulen por el mundo, rechaza que sea prudente que el poder político vaya de la mano con la religión y, todavía menos, con el fundamentalismo.
Criticó, además, que esa supuesta modernización del PLN en realidad esté empujando al país hacia " una nueva Edad Media, donde la religión y el poder político son uno y lo mismo".
"Es necesario que los valores cristianos circulen, pero no para ascender al poder. Se está poniendo de moda eso, se envilece el cristianismo, se degrada, cuando se mezcla con la política. Que un partido como el PLN, con personas que promueven cambios culturales relacionados con los derechos de los homosexuales y las mujeres lleve al poder a dos pastores cristianos, me parece decadente", dijo Solís, consultado por La Nación.
El fundador del PAC añadió que es muy diferente el Álvarez Desanti que impuso a Gonzalo Ramírez en la presidencia legislativa, al diputado que presentó al Congreso un proyecto de ley para autorizar en el país la eutanasia pasiva; muy diferente el que promueve derechos de homosexuales al que, siendo ministro de Gobernación, prohibió la realización de un congreso de lesbianas en el país.
"Y lleva (Antonio Álvarez) al poder a quienes consideran que la homosexualidad es un pecado, o que las mujeres están para cuidar niños en la casa y que consideran que una mujer no puede tomar café con otro hombre", manifestó el legislador.
Consultado este lunes por La Nación, el candidato verdiblanco sacó la lucha entre ideas religiosas versus las progresistas de la ecuación que se hizo para colocar en la cúpula legislativa a dos predicadores evangélicos.
Más bien, Álvarez solo alegó que a Liberación lo obliga un supuesto acuerdo suscrito en el 2015 con la Unidad, el Movimiento Libertario y los partidos cristianos para, este último año de labores parlamentarias, se le dieran los votos a uno de los diputados minoritarios.
Lo que el liberacionista no explicó es cómo, en el supuesto cumplimiento de ese pacto de los opositores, ahora ellos pusieron la condición de que el diputado postulado a presidente no podía ser candidato a la Presidencia de la República, motivo que anuló totalmente al nombre que los cristianos tenían en cuenta originalmente, el de Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana.
En cuanto a las contradicciones que Ottón Solís le achaca a Álvarez Desanti, sostuvo que el programa del verdiblanco es el poder, por lo que "si tiene que decirle a una audiencia una cosa, lo hace, y a otra audiencia le dice otra cosa".
"A una audiencia le dijo que el PLN era corrupto y que los Arias eran un desastre, pero a otra audiencia le dice que Arias (Óscar Arias, expresidente de la República 2006-2010) es la última cocacola del desiero y que con el PLN el país está mejor", comentó el fundador del PAC.
Aunque Solís hizo todo ese descargo, tanto en redes como en entrevistas periodísticas, le tocó aceptar el resultado y, cerró con un comentario más bien satírico sobre lo privilegiado que se siente de ser un congresista en esta época.
"En fin, dos 'hombres de Dios' se sientan en la mesa del directorio del Primer Poder de la República... ahora lograremos la salvación eterna mientras aprobamos leyes. ¡Qué privilegio ser diputado en esta era!"