Juan Carlos Brenes frecuenta el Centro Dormitorio de la Municipalidad de San José desde hace 4 años. Su proceso, desde entonces, ha sido largo y complicado, pero su situación actual dista mucho de la que tenía cuando llegó por primera vez.
Eso ocurrió en el 2012, cuando vivía en la indigencia, producto de la separación de su pareja y de una adicción que había arrastrado por años.
“Cuando llegué aquí y vi que había reglas y todo, yo supe que este era el lugar para cambiar (...). Después llegó el momento en que el ciclo se cumplió y decidí irme, ya me sentía bien”, relató Brenes.
Él empezó a pagar para quedarse en la casa de un conocido, y empezó a vender esponjas y otros artículos de puerta en puerta. Juan Carlos recuerda que así fue como se reencontró con el administrador del Centro Dormitorio, quien le ofreció un empleo en ese mismo lugar.
Desde hace año y medio trabaja para Fundación Génesis, la cual opera el albergue: “Misceláneo es lo que dice la orden patronal, pero el trabajo es diferente. Tengo que estar a la hora del ingreso, convivir con ellos (los indigentes), acomodarlos en la fila, repartir las fichas, estar atento al comportamiento y vigilar las comidas”.
Pese a que al principio enfrentó resistencia de algunos usuarios del Centro, quienes lo habían conocido durante su faceta de calle, luego se ganó su respeto, e inclusive se encontraba a menudo dando consejos para ayudarles a salir de su situación.
Para Brenes, el primer paso de su superación fue el apoyo que encontró en el camino.
“Me hicieron sentir una persona útil y con valor, cosa que perdí cuando estaba en la calle y aquí recuperé. Me enseñaron a vivir una nueva vida”, aseguró.
“Debería haber un Dormitorio en todas las provincias, porque este proyecto impulsa a muchas personas a salir adelante, a sentir el apoyo y a no sentirse rechazados, como el resto de la sociedad lo hace. Yo ahora soy parte de esto y me siento orgulloso”, aseguró con determinación.