San José La vida del comerciante José Segovia Atencia se apagó el lunes 10 de marzo a sus 96 años, pero heredó al país el recuerdo de aquel próspero empresario que tuvo gran injerencia en la vida institucional de su segunda patria.
Nacido el 4 de abril de 1917 en el seno de una familia de Málaga, España, a principios de los años 20 sus padres, Rafael Segovia y Angustias Atencia, decidieron trasladarse a Costa Rica.
A sus 16 años, José Segovia se involucró en el negocio familiar: el Almacén Segovia, una importante tienda que abrió sus puertas en el corazón de la capital.
Ahí hizo de todo: empleado de mostrador, agente viajero, gerente... Ahí granjeó fama por su habilidad para el comercio.
Hombre de espíritu llano, amante del trato con campesinos de zonas rurales, batió barro a lomo de mula y viajó en avioneta, tren, lancha o a pie para llevar a las zonas más alejadas del país abarrotes y mercadería, recordaron sus hijas Patricia y Mónica.
Tuvo cuatro hijos, a los que se sumaron otros cuatro hijos afectivos de su segundo matrimonio.
Solía visitar el comisariato de la finca La Lucha, en la zona de Los Santos, en su motocicleta Harley Davidson. Allí conoció al joven José Figueres Ferrer, de quien se convirtió en amigo y colaborador.
Durante su vida ocupó importantes cargos, entre estos el de director permanente de la Cámara de Comercio de Costa Rica.
También fue directivo del desaparecido Banco Anglo, el Banco Nacional (BNCR), la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Además, formó parte de la Federación de Cámaras, el Movimiento Solidarista, el Movimiento Cooperativo, el Movimiento Costa Rica Libre y la Asociación de Guías y Scouts de Costa Rica.
Junto a Jorge Manuel Dengo, fue uno de los impulsores del naciente ICE, allá por los años 50.
El presidente José Francisco Orlich (1962-1966) lo nombró cónsul general de Costa Rica en la ciudad de Miami, Estados Unidos.
Desde esa posición diplomática, le correspondió dar asilo a inmigrantes cubanos perseguidos por el régimen de Fidel Castro.
Los cantones de Barva de Heredia y Montes de Oca lo reconocieron como hijo predilecto.
También dejó huella en la Cooperativa de Productores de Leche y en la Oficina Nacional de Normas y Unidades de Medidas (hoy Inteco), de la que fue presidente.
En los años 70, el presidente Figueres lo nombró en el Ministerio de Economía, Industria y Comercio. Sirvió en la Compañía de Bomberos Voluntarios y fue capitán de la Fuerza Pública.
Tras el cierre del almacén, invirtió en agricultura.
En la finca Las Delicias, en Miramar de Montes de Oro, tuvo plantaciones de caña de azúcar. En ese tiempo trajo al país la primera cosechadora John Deere.
José Segovia vivió su vida con intensidad. Familiares, amigos y conocidos lo recordarán siempre por la gallardía con que enfrentó los retos, así por ese carisma que siempre le abrió puertas. La adversidad nunca frenó su ímpetu.