José María Villalta ve poco probable aspirar a una diputación por el Frente Amplio en el 2018, pero no lo descarta. Asegura que varios compañeros de partido le solicitaron evaluar la posibilidad.
Él había descartado aspirar tanto a la candidatura presidencial del FA como a una aspiración diputadil, pero ahora lo está pensando. Asegura que se tomará de aquí a junio del 2017 para analizar si es "realmente indispensable", para su partido, que se postule a una diputación en el 2018.
El exdiputado (2010-2014) aseguró que, luego de anunciar su decisión el sábado, militantes frenteamplistas le insistieron en que regrese a la Asamblea Legislativa.
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En una conversación de poco más de siete minutos con La Nación, Villalta (de 39 años) enfatizó que su decisión está en permanecer junto con sus hijos Emiliano, de cinco años, y Martín, de dos. Añadió que ninguna otra razón lo empuja a evitar la batalla electoral que se avecina.
La evasión de esa disputa presidencial cayó como un balde de agua fría en algunos simpatizantes del Frente Amplio, quienes toman en cuenta que con Villalta el partido quedó como el tercero más votado en los comicios nacionales del 2014, con un 17,5%, e igualmente el tercero en el Congreso, con nueve legisladores, solamente por debajo de Liberación Nacional (18 curules) y de Acción Ciudadana (13 asientos parlamentarios).
Esta es la entrevista con el líder frenteamplista:
¿Está abierta la puerta a una diputación?
Para serle franco, yo lo veo poco probable. Yo había descartado esa posibilidad, pero hay varios compañeros del Frente Amplio que me han pedido que analice con más calma el asunto, que dé un tiempo para analizar esa posibilidad.
Yo, en principio, creo que el FA tiene mucha gente nueva, gente joven, que puede asumir diputaciones. Hay que dar más espacio a la juventud, a otras figuras. Entonces, no es definitivamente mi primera prioridad, pero no lo he descartado del todo. Lo voy a analizar de aquí a que se dé el proceso de selección de candidaturas (entre junio y julio del 2017), y tendría que convencerme de que realmente es indispensable para el partido que yo me postule.
El diputado Jorge Arguedas lo critica a usted por dar "razones light" para rechazar la candidatura presidencial y dice que es como si usted quisiera que le tengan lástima.
De lo de Jorge Arguedas no tengo nada que opinar, pero sobre las reacciones de la gente del FA, he recibido con mucho respeto todas las reacciones, la mayoría son de comprensión y respeto. También sé que hay personas que tal vez no entiendan las razones de mi decisión y también las respeto. Las encontraré en el camino, podremos hablar con calma al respecto.
¿Las razones familiares son las únicas para dejar de lado la aspiración a la Presidencia?
Ah, sin duda alguna. Son las razones que se plantean en la carta, personales. Es una valoración que he hecho con mi familia sobre los riesgos e implicaciones a nivel personal. Por lo demás, tengo mucho que aportar y he adquirido una experiencia que espero sirva al partido y al país.
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¿Cómo puede llegar el FA al 2018 con otro candidato presidencial? ¿Cómo se tendrían que rearmar para tener una participación decente o exitosa?
Bueno, cuando yo postulé mi candidatura, nadie daba un cinco. No aparecíamos ni en el margen de error de las encuestas. No nos auguraban ni que pudiéramos elegir un diputado. Nadie me conocía, prácticamente. Eso indica que el Frente Amplio puede postular a otra persona, que busque renovar la política, que le hable a la gente con franqueza, con claridad, que toque las necesidades sentidas por la población.
El FA la tiene fácil, porque los otros partidos siguen poniendo a los mismos de siempre, traficando figuras de la vieja política. Si el Frente Amplio abre espacio a gente nueva, caras nuevas, podría. Si hace las cosas bien, con honestidad y transparencia, fiel a los principios, no tendría por qué no crecer electoralmente.
¿Qué piensa de la aspiración presidencial de Edgardo Araya, jefe de la fracción legislativa?
Bueno, me parece que Edgardo tiene muchas cualidades, pero me voy a abstener de opinar más sobre mi apoyo a una eventual candidatura, por respeto al proceso que está a punto de iniciar. No quiero, bajo ninguna circunstancia, que parezca que estoy ungiendo, traspasando mi cargo a una persona. Yo no creo en esas fórmulas hereditarias, en esas sucesiones.
Debe ser el partido, en la forma más libre, el que elija sus candidaturas. Puede ser que, cuando ya estén las precandidaturas inscritas, me pronuncie, pero en este momento es prematuro, no es conveniente emitir una opinión sobre a quién apoyaría.
¿Cree sano para el FA entrar en un proceso de precampaña y elegir candidato en convención?
Yo pienso que sí. Esos procesos, si se hacen ordenadamente, racionalizando los recursos, permiten crecer y atraer a más gente, fortalecer la estructura. Hemos avanzado en madurez, en fortalecimiento de la estructura. Puede ser que ya estemos preparados para algún tipo de elección más amplia, más participativa. La limitación siempre son los recursos económicos, porque cuesta hacer esas consultas, pero podría ser una opción interesante, si es que surgen varias candidaturas.