José María Villalta, candidato del Frente Amplio, fue el mayor beneficiado con la renuncia del exaspirante presidencial socialcristiano, Rodolfo Hernández.
Entre las personas que consideraron a Hernández como una opción en algún momento, el 21% ahora apoya al frenteamplista, revela la encuesta de Unimer realizada en noviembre.
El libertario Otto Guevara se dejó un 14% y el liberacionista Johnny Araya, un 10%.
Rodolfo Piza, sustituto de Hernández en la Unidad Social Cristiana (PUSC), solo se dejó un 6%.
Un porcentaje similar capturó el candidato de Acción Ciudadana (PAC), Luis Guillermo Solís.
Sin embargo, la mayor parte de lo que dejó el excandidato del PUSC en el pastel político todavía no lo recoge nadie, pues el 35% de los que apoyaban a Hernández ahora no respalda a ningún candidato.
El director del Hospital de Niños sacudió la política nacional cuando renunció dos veces a la candidatura socialcristiana en los primeros días de octubre.
El exaspirante alegó que había traición, intriga y egoísmo en su partido. En sustitución, el PUSC eligió al abogado Rodoldo Piza.
Este último, en realidad, no recibió la herencia de Hernández en la encuesta de noviembre. Actualmente, lo que Piza captura es el apoyo de quienes son fieles al PUSC.