¿Qué supone para usted ser el obispo de Ciudad Quesada?
Con mucha gratitud recibo esta designación y consciente del desafío que implica. La diócesis está por cumplir 19 años de haber sido erigida.
”Es una zona con muchísimos recursos humanos y materiales, una zona pujante con muchas posibilidades, con gente muy buena, trabajadora, honesta, entregada y generosa.
”Este aspecto humano y de disposición que tienen la zona y la diócesis representan una gran esperanza para llevar adelante el proyecto evangelizador”.
A usted lo nombró el papa Francisco, quien ha dado mensajes conciliadores y de tolerancia a sectores como los divorciados, los homosexuales y las mujeres que abortaron. ¿Siente algún compromiso con las acciones del pontífice?
Tenemos que acercarnos definitivamente a la gente y a las distintas situaciones que viven. Hay que distinguir situaciones, hay algunas muy complejas y difíciles, pero eso no quita lo que está haciendo el Papa.
”La actitud paterna, cercana, tierna, misericordiosa que está teniendo él personalmente, y que pide a toda la Iglesia, es la actitud que tiene que acompañarnos.
”No hay derecho a despreciar, señalar y condenar. Tenemos que acercarnos y escuchar a las personas”.