En medio de buenas ventas y el cobro de sobreprecios por los números más buscados, transcurrió este sábado, en San José, la jornada previa al sorteo del Gordito de medio año.
La presencia de vendedores ocasionales de lotería era abundante en las aceras de la ciudad, mientras los chanceros formales mostraban sobre sus mesas letreros rojos que garantizaban el precio oficial.
Así lo observó este diario en un recorrido por algunos de los puntos de venta más concurridos de la capital.
Chanceros consultados atribuyen la alta demanda a que este año el premio mayor pagará ¢450 millones (¢50 millones más respecto al 2014), mientras que en los sorteos ordinarios solo se ofrecen ¢140 millones.
Además, el Gordito de medio año entregará ¢70 millones por el segundo premio, y ¢30 millones, por el tercero.
Otro atractivo es que el precio de la fracción (¢2.000) y del entero de 10 pedacitos (¢20.000) no cambiaron respecto al 2014.
El sorteo del Gordito de medio año será este domingo, a las 7 p. m., en el auditorio de la Junta de Protección Social (JPS).
Buena venta. María Salazar, encargada de un quisco de la JPS ubicado frente al edificio de Correos de Costa Rica, en San José, dijo haber vendido esta semana entre ¢1,5 millones a ¢1,8 millones. Su promedio de ventas en otras semanas oscila entre ¢250.000 y ¢300.000.
“Ya se me han ido como 350 enteros; otras veces, apenas saco 40”, sostuvo Salazar.
Una experiencia similar describió Édgar Araya, quien desde hace seis años vende lotería frente al edificio del Banco Central. Se quejó, eso sí, de que la mayoría de compradores solo se antojan de números sueltos y “bajos”.
Gerardo Santamaría también lamentó esa tendencia porque, según opinó, eso podría elevar la devolución de lotería.
Santamaría estaba hablando sobre esto cuando oficiales de la Policía Municipal le ordenaron retirarse del lugar, ya que no es vendedor acreditado.
En el recorrido, La Nación verificó que ningún vendedor exhibía billetes con denominaciones bajas y, cuando algún comprador consultaba por alguno, la respuesta era la misma: “Ya no tengo ese, solo números altos”.
De hecho, los números más buscados eran el 05 y el 50, los cuales equivalen a la fecha del sorteo (5 de julio) al derecho y al revés.
Especulación. Varios chanceros como Marco Antonio Salazar afirman que la mayoría de los vendedores ocasionales están cobrando entre ¢500 y ¢1.000 más por pedacito.
“Ellos ya tienen precios para ciertos números”, sostuvo Cristina Ulloa al pie del edificio de la tienda La Gloria, donde vende lotería hace 20 años.
Ulloa alegó que la especulación afecta tanto a vendedores oficiales y a jugadores y que es un problema sin solución. “La gente tiene la culpa al pagar caprichos solo por un agüizote”, se quejó.
Al respecto, Berny Sáenz Venegas, supervisor de bulevares de la Policía Municipal de San José, señaló que esta semana llevan 15 mesas decomisadas a vendedores ilegales por sobreprecios.
En cualquier otra semana, no pasan de tres decomisos.
“Mañana (el domingo) la venta va a estar de locos y le aseguro que los números bajos saldrán de abajo de todas las mesas. Todos los vendedores especulan; sean ilegales o no”, afirmó Sáenz.
Estimó que hoy se dispararán los precios, así como la venta de números bajos condicionada a la compra de números altos.