El Laboratorio de Materiales y Modelos Estructurales desdijo ayer un informe del Ministerio de Obras Públicas, fechado en abril (mientras gobernaba Laura Chinchilla), en el que detalló haber arreglado siete alcantarillas que presentaban riesgo de colapso.
El 8 de mayo, día del traspaso de poderes, el presidente Luis Guillermo Solís emitió su primer decreto para intervenir nueve alcantarillas y 12 puentes en peligro.
La lista incluía las siete alcantarillas que el Ministerio aseguró haber reparado antes del cambio de gobierno: quebrada Los Negritos, río Ocloro, río María Aguilar, río Torres (entre Pavas y La Uruca) y el río Torres (en Guadalupe), todas en la ruta 39. También la quebrada Cangrejos y la quebrada Sin Nombre, en la ruta 32.
Ayer, luego de una revisión por parte de ingenieros del Lanamme, la entidad confirmó que seis de las nueve alcantarillas contempladas en el decreto no recibieron ningún tipo de “intervención reciente”. Así lo informó la vocera Gabriela Contreras Matarrita.
El Laboratorio especificó que, tras el último chequeo, fue posible constatar que el Ministerio llevó a cabo labores de conservación –por más de ¢80 millones– en tres de las alcantarillas: la del río Ocloro (sobre Circunvalación, entre la rotonda de Zapote y la fuente de la Hispanidad), el río Torres (ruta 39, entre la rotonda de la Bandera y el Walmart de Guadalupe) y el río Torres (Circunvalación, entre la carretera General Cañas y el bulevar Ernesto Rohrmoser).
El ministro de Transportes, Carlos Segnini, indicó mediante la oficina de prensa que se referirá al tema la próxima semana, luego de la reunión que sostendrá con la comisión que tiene a su cargo la ejecución del decreto.
A principios de semana, Segnini dijo a La Nación que los trabajos del gobierno anterior en las alcantarillas eran parciales y no los definitivos. De los 12 puentes citados en el decreto, ninguno ha sido intervenido. Colaboraron los periodistas Luis Miguel Herrera y Patricia recio.