Grietas, fisuras, pandeos en estructuras metálicas, fracturas en el concreto y problemas con los anclajes son parte de una lista de 18 defectos constructivos detectados en la nueva vía a desnivel de la rotonda de Paso Ancho, en la Circunvalación.
Las deficiencias constan en los informes de fiscalización elaborados por la empresa Gimprosa, encargada de supervisar el proyecto.
Las imperfecciones fueron confirmadas por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), que entregó a La Nación una lista de las incorfomidades con la obra y las acciones correctivas que deberá tomar MECO, compañía a cargo de la construcción.
Por ejemplo, Gimprosa halló pandeos hasta de 1,5 centímetros en el alma de las vigas curvas prefabricadas que se instalaron en la rotonda.
También encontró ángulos incorrectos en los anclajes y grietas en los muros suroeste y noreste, entre otros problemas.
“Los informes hablan de que el control interno de MECO no es suficiente, y eso es algo que hemos sufrido y así se lo hemos hecho saber. Ellos ejecutan obra que a veces no está bien y eso ha creado algún tipo de fricción entre nosotros y MECO”, explicó Kenneth Solano, ingeniero del Conavi para esta obra.
Al momento de la entrevista, el 5 de octubre, Solano dijo que tenía conocimiento de que se habían solucionado tres de los 18 inconvenientes. Estos se relacionaban con anclajes, fracturas en el concreto y diferencias en el encofrado de una losa.
Aseguró que, al momento de recibir la obra, deberán estar resueltas todos los defectos.
MECO responde. El 7 de octubre, el gerente de proyecto de MECO, Pablo Vargas, dijo en entrevista con La Nación que este tipo de fallas son naturales en cualquier construcción.
“Las no conformidades suceden en cualquier obra; el mismo contrato las menciona. Hay cosas que el inspector, en este caso Gimprosa, tiene el derecho de señalar y nosotros el derecho de responder si están en lo correcto o no lo están”, manifestó Vargas.
Él afirmó que ya habían resuelto 17 de las 18 fallas.
El único punto que queda pendiente es un sello de neopreno en una rampa, el cual se podrá corregir hasta finalizada la ruta.
“Esto implicaría detener el tránsito para su arreglo y en este momento los ingenieros no lo estiman conveniente hasta que se construya el viaducto”, detalló luego MECO en un correo remitido a La Nación a través de una firma de Relaciones Públicas.
Según la constructora, los informes de las correcciones ya fueron recibidos por el Conavi, lo que fue confirmado por esa entidad; no obstante, los arreglos aún están en revisión.
Atrasos. El paso a desnivel por Paso Ancho tiene un costo, según el Conavi, de $8,6 millones.
Su construcción comenzó el 19 de octubre de 2014, seis meses después de lo previsto.
Además, de acuerdo con el cronograma de trabajo, el proyecto debía estar listo el 30 de octubre de este año.
Sin embargo, MECO adelantó que estima la fecha de finalización para mayo del 2016 debido a una serie de atrasos relacionados con las expropiaciones.
Esas demoras se presentaron desde el principio. De hecho, el Estado aún tiene pendiente tomar posesión de un lote –donde estaba ubicado un rótulo–, necesario para construir una de las rampas de salida.
“Creemos que el proyecto se va a ir terminando a finales de mayo (2016), suponiendo que la expropiación ocurra a finales de este mes”, señaló Vargas.
MECO prefirió no revelar el monto adicional que cobrará por los atrasos, porque este punto está en negociación.
Solano, gerente de la obra por parte del Conavi, estimó en ¢1,5 millones diarios los costos indirectos en los que ha incurrido la compañía constructora.
“Ese es un número que no se puede decir que sea definitivo porque han existido otro tipo de afectaciones para el contratista al no poder hacer esa rampa”, reconoció el funcionario.
El lunes 5 de octubre, MECO solicitó al Conavi la ampliación del plazo de entrega de la obra.