El diputado Manrique Oviedo, del Partido Acción Ciudadana (PAC), cuestionó ayer el contrato que firmó el Gobierno con China para ampliar, a cuatro carriles, 107 kilómetros de la vía San José-Limón.
Esta “supercarretera”, como la llama el Gobierno, va de la entrada a Río Frío a Limón centro. Se realizará mediante un crédito directo del Gobierno chino por $395,7 millones y una contraparte nacional de $89 millones, convenio que debe ser aprobado por los diputados.
Oviedo objeta tres puntos: condiciones del contrato, costo de la obra y pasado de la constructora, puntos que el Gobierno rebate y en los cuales no ve problemas
Sobre el acuerdo, el diputado critica que una condición del préstamo sea contratar a la firma china Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC) para realizar la obra y que sea la misma empresa la que estime los costos fijos del proyecto.
Oviedo declaró que habría un sobreprecio de $70 millones en el proyecto y se sustentó en una consultoría pagada por el Consejo Nacional de Vialidad a la empresa mexicana Cal y Mayor y Asociados.
El legislador dio a conocer que el Banco Mundial incluyó a la compañía China Communications Construction Company Limited (CCCC), en el 2009, en una lista de firmas declaradas como no elegibles para ejecutar obras con financiamiento de esa entidad, por haber incurrido en presuntos actos de fraude y corrupción en construcciones en Filipinas. La CCCC fue una de las compañías que se fundieron en el 2005 para dar origen a la CHEC.
De acuerdo con el congresista, si el Banco Mundial sancionó a esa firma, no se debe transar con ella.
Respuesta. Frente a las críticas, José Chacón Laurito, viceministro de Infraestructura y Concesiones, hizo aclaraciones y defendió el plan.
“Para nadie es un secreto que este es un ‘préstamo atado’ donde China nos presta el dinero con la condición de que sea una de sus empresas públicas la que ejecute”.
Sobre la consultoría de Cal y Mayor a la que alude Oviedo para cuestionar el costo, el viceministro dijo que ese estudio fijó un rango de riesgo de un 25% mayor o menor al valor fijado por CHEC como “una costumbre”, ante eventuales variaciones en costos.
“El presupuesto lo podemos defender en cualquier parte pues consultamos a la Cámara de la Construcción y a la Facultad de Ingeniería del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y sus cotizaciones andaban por unos $480 millones”, informó el jerarca.
Chacón además admitió desconocer la inclusión de la compañía vinculada a CHEC en la lista del Banco Mundial. Sin embargo, subrayó que el Banco nunca apuntó directamente a la firma como culpable de fraude y corrupción.
“Con independencia de ese señalamiento, el país puede estar tranquilo porque tenemos un contrato comercial ‘blindado’”, dijo.
Explicó que se constituirá una unidad ejecutora apoyada por una firma fiscalizadora internacional que vigilará a diario la obra, además de establecer la participación del TEC y del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme).
El contrato de préstamo con China fue negociado durante la visita a Costa Rica del presidente del gigante asiático Xi Jinping, a principios de junio pasado.
Dicho contrato no pasó por la Contraloría General de la República por el modelo de cooperación que escogió el Gobierno para firmarlo, informó la oficina de prensa del ente contralor.
Según el diputado Oviedo, el visto bueno para el endeudamiento fue dado por la Autoridad Presupuestaria en siete días.