Inyectar micropilotes, en lugar de lanzar concreto sobre los taludes que presentan riesgo de derrumbes en la ruta 27, sería la solución más factible a los riesgos que presenta la carretera a Caldera.
Esta es la solución que el Consejo Nacional de Concesiones exigió como solución a los problemas en la carretera. Según Jorge Mora, secretario del Consejo, la medida debería ser implementada por la empresa Globalvia -a cargo de la ruta- una vez que inicie la estación seca.
El funcionario también se quejó de los más recientes informes del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la UCR, en los que se señalan deficiencias en la atención de los taludes de la ruta 27. Según su criterio, el Laboratorio no propone soluciones, aunque todos los informes que reciben son puestos a conocimiento del concesionario.
"Tenemos claro que el concesionario tiene la responsabilidad en el mantenimiento de estos puntos", afirmó.
Mora añadió que la empresa Globalvia ha contratado estudios tras los cuales se determinó que no seguirá utilizando concreto lanzado si no micropilotes, pues a pesar de que estos trabajos son más costosos y lentos, representarían la solución más segura.
Este tipo de obra consiste en construir redes que van ancladas a la tierra para obtener un terreno firme en donde se inyecta armadura y concreto.
Realizar estos trabajos requiere de equipo e intervención especial que podría obligar al cierre temporal de la vía. Los trabajos iniciarían a partir del kilómetro 46, explicó el secretario del CNC.
Según dijo, otra solución sería darle más inclinación al talud, pero esto implicaría realizar más expropiaciones que son responsabilidad del Estado. Sin embargo, alegó que esta es una alternativa "difícil", si se toman en cuenta los recortes prepuestarios y la legislación actual.
Se ha intentado conocer el detalle de las obras de mantenimiento que realiza Globalvia, pero no han contestado las consultas enviadas por este medio desde el martes.