Por más alto que resulte y sin importar cuánto crezca de un año al siguiente, el canon de regulación que están forzadas a pagar las prestatarias de servicios públicos parece no quitarles el sueño.
La Nación consultó al respecto a varias compañías y la respuesta más común resultó ser: Simplemente es un canon, eso lo fija la Aresep y solo nos adaptamos. No cuestionan metodologías ni finanzas, tampoco se atreven a juzgar si esos tributos son justos o si están acorde con el servicio que brinda la Autoridad Reguladora.
“Somos muy respetuosos de los cánones que Aresep impone; creemos que tiene suficiente criterio para hacerlo. Hasta ahora lo vemos con normalidad, no ha sido impactante, pero cuando el canon impacte las tarifas podríamos resentirnos”, dijo Allan Benavides, gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH).
Benavides aseguró que sí ha notado más rigurosidad por parte del regulador a la hora de exigirles los datos para aprobar tarifas. Según dijo, lo ideal sería unificar los requisitos para las empresas.
A fin de cuentas, desembolsar los ¢10.152 millones que tiene planeado recolectar la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) este 2014, está en manos de los ciudadanos.
De hecho, el 51% de ese presupuesto de Aresep (unos ¢5.164 millones) será entregado por las compañías eléctricas.
Óscar Meneses, gerente de la Junta Administrativa del Servicio Eléctrico de Cartago (Jasec) recordó que en los primeros años” (antes del 2005) sí cuestionó ante la Contraloría General de la República (CGR) el canon y las finanzas de Aresep. Pero se cansó.
“Siempre se nos ha indicado que el canon tenemos que incorporarlo en la tarifa, y ya, sin cuestionar. Lo que yo percibía era que la Aresep le dejaba ver a uno que al final los clientes pagarían”, destacó.
Omar Miranda, gerente de la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca), reclamó que el regulador debería revisar también sus costos, en vez de solo evaluar los del resto.
“Para contener costos y rebajar tarifas, cualquier esfuerzo que hagamos tenemos que hacerlo todos. Hay que recordar que un canon es un cargo adicional y, si aumenta, le pega al consumidor”, dijo.