Limón.- Los recursos que ingresarán a Japdeva con la operación de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), en manos de un gigante holandés, serán administrados por un fideicomiso en el Banco Nacional.
El propósito es darle mayor transparencia al canon correspondiente al 7,5% de los ingresos anuales del puerto, que significarían $10 millones para el 2018 y hasta $961 millones para el 2047, cuando terminará la concesión, según el Consejo Nacional de Concesiones (CNC).
El contrato con los holandeses de APM Terminals es por 33 años. Los tres primeros son para construcción y los 30 restantes de explotación.
Los constructores, que operan 64 puertos en el mundo, invertirán $1.000 millones en obras y moverán 700.000 contenedores en el primer año. Para el 2025 subirá a 1,25 millones.
? El canon debe invertirse en desarrollo regional, en escuelas, viviendas, carreteras, cultura y salud.
Cuentas claras. La creación de este fideicomiso se selló en la Casa de la Cultura de Limón con la firma del acuerdo entre la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) y el Banco Nacional.
El aporte de la TCM, conocido oficialmente como Fondo de Desarrollo Sostenible para la Región del Caribe, debe invertirse en proyectos de desarrollo económico y social de los limonenses, los cuales serán propuestos por Japdeva.
No obstante, antes de ser ejecutadas, las iniciativas deben tener la aprobación del Ministerio de Planificación y de la Contraloría General de la República. El ente contralor también debe avalar el fideicomiso.
“Japdeva se hará responsable ante la Contraloría por cada dólar que entre por concepto del canon”, aseguró Anne McKinley, presidenta ejecutiva de Japdeva.
Tanto ella, como el gerente general del Nacional, Juan Carlos Corrales, dijeron que con el fideicomiso se asegura un uso adecuado y transparente de recursos.
Eso sí, Corrales recordó que la creación del fondo no sustituye ni reemplaza la responsabilidad que tienen las instituciones de velar por el desarrollo económico y social de las comunidades.
Japdeva fue creada en 1963 para estimular el desarrollo en la provincia de Limón. Sin embargo, esa tarea se ha visto limitada por el gran peso que tienen las remuneraciones de los cerca de 1.500 empleados.
En el 2013, asignó ¢3.662 millones ($6,7 millones) a la inversión comunal , lo cual significó 6% menos comparado con el 2012. Entre tanto, el año pasado subió a ¢4.500 millones ($8,3 millones).
Para el 2015, en cambio, el costo de la planilla ascendió a ¢30.741 millones, e l 75% del total de los ingresos por la venta de servicios.