Paso Canoas
Un censo improvisado, realizado por los inmigrantes africanos, indica que hay 580 personas procedentes de varios países de África y, posiblemente, de Haití que se mantienen varadas en la frontera entre Costa Rica y Panamá.
De esas personas, la Cruz Roja atendió a 30, entre adultos y niños, al domingo por la noche.
Según el reporte del cuerpo de socorro, en su mayoría, los indocumentados padecen hipertensión, dolores musculares y gastritis.
Los cruzrojistas, que tienen un puesto de atención a 5 kilómetros de la raya fronteriza, se dedican a a tomarles la presión a los inmigrantes y les entregan un paquete de alimentos que incluye un jugo, una fruta, una botella de agua y un paquete individual de galletas.
Los africanos, por su parte, indicaron que la gente del lugar les ha regalado medicamentos, como aspirinas y otras similares para los dolores de cabeza y fiebre.
Constantemente los migrantes reciben panes, paquetes de jugos, almuerzos y cenas de grupos religiosos y personas del lugar.
Además, han recibido pacas de ropa y de cobijas y sábanas, que reparten entre los que menos tienen.
Aunque el Gobierno anunció que se colocaría una batería de servicios sanitarios en el lugar, esta mañana aún no estaba instalada.