Aunque su único adversario ya se había retirado de la campaña, el PAC disparó los pagos a la empresa encargada de organizar sus actos proselitistas, previo a la segunda ronda del 6 de abril.
Entre febrero y mayo, el Partido Acción Ciudadana (PAC) desembolsó ¢269 millones a Producciones Jaulares, un 135% más de lo que se le giró entre diciembre y enero, cuando de cara a la primera vuelta del 2 de febrero pagó ¢114 millones.
Producciones Jaulares fue el proveedor que más dinero facturó en la campaña del PAC, según la liquidación de gastos presentada al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) el pasado 7 de agosto.
Jaulares cobró ¢383 millones por 84 eventos públicos, sobre todo las “rutas de la alegría” del entonces candidato Luis Guillermo Solís, aunque también se encargó de plazas públicas, encuentros ciudadanos y actos en recintos privados.
El costo promedio de una actividad del PAC subió de ¢3 millones a casi ¢6 millones, cuando ya Johnny Araya, excandidato de Liberación Nacional (PLN), había desistido de la campaña, el 5 de marzo.
Por ejemplo, antes de la primera vuelta en enero, el PAC pagó ¢2,9 millones por “la ruta de la alegría” en Desamparados, mientras que para la segunda ¢5,3 millones.
En Pérez Zeledón, una plaza pública pasó de costar ¢5,7 millones a ¢9 millones, en solo dos meses.
Los costos de los eventos se incrementaron, principalmente, en los rubros de cimarronas, tumbacocos, mascaradas, transporte y seguridad. Además, para la segunda ronda, en algunos eventos se incluyeron comparsas.
El Partido de gobierno llegó a pagar hasta ¢1,2 millones al día por una cimarrona, aunque para la primera ronda cancelaba ¢180.000.
Por una tumbacocos desembolsó más de ¢1 millón al día y por una mascarada hasta ¢2 millones, según una revisión que hizo La Nación de los contratos y facturas que se cobraron al TSE.
‘Mundo PAC’. El estratega de campaña del PAC, Iván Barrantes, negó que hayan sido altos los montos pagados a Producciones Jaulares, empresa a la cual él recomendó.
“El costo promedio por evento es el costo de mercado. Lo que pasa es que la cifra en el mundo PAC puede asustar, pero en el mundo real es totalmente normal”, dijo Barrantes quien hasta hace dos semanas fue consejero del presidente Solís y quien recibiría premios económicos por los resultados de las elecciones (al final cobró ¢75 millones).
El dueño de Jaulares, Manuel Ardón, argumentó que el PAC nunca cuestionó los montos que se le pagaron y adujo que el alza en las facturas podría deberse a que se contrató más personal, más horas o que se requirió cubrir más gastos de logística como alimentación, transporte y hospedaje. Empero, prefirió que los detalles de cada actividad los desglosara el Partido.
“Ya le dije los servicios que brindé, yo no tengo por qué darle los detalles de cada actividad que se desarrolló, no tengo por qué, pregúntele al PAC”, expresó Ardón.
El expresidente de la agrupación, Olivier Pérez, asegura que fue el comando de campaña, liderado por el actual ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, quien contrató a Jaulares y que él solo corroboraba que los gastos cumplieran los requerimientos legales.
Agregó que el Comité Ejecutivo del PAC cuestionó los altos pagos, pero al final terminaban por avalar los costos, tras la insistencia de Barrantes y de Jiménez.
“Las facturas eran muy altas; me parecía que otra empresa podía hacer el trabajo a un menor costo, pero don Melvin nos decía que esa empresa (Jaulares) era la que necesitábamos. Por lo corto de la campaña, no tuvimos tiempo de cotizar con otras compañías. Confié y sigo confiando en que todos (los que trabajaron con el Partido) son honestos”, aseveró Pérez.
La Nación intentó conocer la versión de Jiménez, pero, mediante uno de los periodistas de Presidencia, dijo que no se iba a referir.
La extesorera del PAC, Leda Zamora, explicó que se pagó más dinero a la productora debido a que en la segunda ronda se hizo un mayor despliegue proselitista.
A su juicio, lo desembolsado a Jaulares no es un monto irracional, dado que para la segunda ronda los eventos tenían un alcance mayor y se contrató a más personal.
Además, dijo que se hicieron avanzadas en las giras a las comunidades para coordinar los detalles previos a la llegada de Solís o de los dos candidatos a vicepresidente, Helio Fallas y Ana Helena Chacón.
“Hay algunos en el Partido que creen que gastar dinero en una campaña es poco ético, a mí no me parece. Si analizamos cuánto costó cada voto, vemos que fue menor que en otras elecciones”, añadió.
El actual tesorero del PAC, Anthony Cascante, dijo desconocer que los gastos se habían disparado y se sorprendió cuando vio lo pagado a Jaulares.
Cascante aclaró que el Partido conformó una comisión para evaluar lo invertido en la campaña.