Un total de 25 menores y 18 embarazadas destacan entre el grupo de 600 personas de 14 nacionalidades que permanecen en la frontera sur, detalló el gobierno este sábado en conferencia de prensa.
Esta mañana, alrededor de las 8 a. m., las autoridades habilitaron camiones para invitar a mujeres y niños a abordar con destino al nuevo centro de atención para mejores de edad ubicado en Buenos Aires de Puntarenas, el cual será administrado por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Sin embargo, un grupo de hombres se los impidió, afirmó Herrera. "Ellos querían que los dejáramos pasar pero les explicamos que la frontera está cerrada. Nos preocupa que estén usando a los menores para que no puedan ser trasladados de este sitio", dijo Herrera.
Horas después, de manera voluntaria, cuatro familias de inmigrantes y una mujer embarazada decidieron ser llevadas al centro.
Personal de migración y del Patronato Nacional de la Infancia levantó 250 expedientes para el control, que incluye huellas digitales, identidad y situación de cada persona.
Según el ministro, también una cantidad de personas han manifestado su disposición de salir del centro de asistencia básica hacia el centro de atención y detención para adultos, en Río Claro, y someterse a las normas de las leyes migratorias nacionales.
"Esta operación continuará mañana (este domingo). Procuraremos la salida de más familias", anunció. "Esta es una ventana para una salida de la frontera de manera voluntaria. En el momento en que la Fuerza Pública les solicite salir del lugar, y no acaten, dejan de ser inmigrantes irregulares y pasan a ser personas en conflicto con la ley", advirtió el ministro.
Herrera dijo que de esas 600 personas, entre un 10% y 15% corresponde a población islámica, por lo que solicitaron asesoría con miembros de esa comunidad radicada en Costa Rica para atender de la manera más adecuada a esta población, en particular a las mujeres.
También formaron un equipo de traductores de fránces con personal de la Casa Presidencial y de la Cancillería para poder realizar las gestiones migratorias.
Gladys Jiménez, subdirectora de Migración y Extranjería, aseveró que desde Semana Santa han recibido casi 200 solicitudes de asilo por parte de los extracontinentales, la mayoría rechazadas.
De ellas, 12 quedaron para estudio por parte de la Comisión de Visas y Refugio.
Sobre el trámite de deportación, Jiménez explicó que este podría tardar de 22 días a un mes. "El proceso se atrasa cuando no sabemos quién es la persona", añadió.