El ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo, es ambicioso. Está convencido de que Costa Rica debe asegurar presencia en todos los continentes, en un plazo de 10 años.
Aunque no haya turismo ni comercio, ve ganancia en tener embajadas abiertas, porque significa tener aliados.
Estrategia hay, aunque Castillo no podrá ver resultados pues le quedan seis meses en la Casa Amarilla. Mientras, aprovecha el tiempo y en las últimas semanas viajó a Turquía, Marruecos, Tailandia, Indonesia y Vietnam.
A continuación una conversación con el diplomático:
¿Cuál es el norte de la política exterior de Costa Rica?
A lo largo del tiempo, la política exterior se ha ido construyendo alrededor de varios ejes. Esos distintos ejes nos llevan a tomar algunas acciones u orientarnos hacia ciertas regiones, en función de oportunidades o necesidades. Desde la segunda administración de Óscar Arias (2006-2010), usted me preguntaba ¿cuál era el norte? Pues el norte es el este. Se ha tornado hacia Asia buscando la realización del eje de desarrollo sostenible. En Asia buscamos comercio, inversiones, pero también energías limpias, mediante tecnologías que esos países han desarrollado.
¿Singapur?
Sí y también Japón. Esos ejes se unen, en determinados momentos, en el acercamiento a Asia junto al eje de desarrollo sostenible. Se une la cuestión del ambiente, porque como parte del desarrollo sostenible, este es compatible con temas ambientales. Entonces, en esto de Asia es lo que encontramos, por eso es que Costa Rica ha ido sembrando, con muchas limitaciones, embajadas en esa zona del este. La de Japón sí es muy antigua, las otras son recientes. Con China es más reciente.
Difícilmente con China es desarrollo sostenible, ¿qué se buscó?, ¿cooperación?
También inversión. Es uno de los pocos que da cooperación no reembolsable, pero también inversión. Si lo vemos desde el punto de vista económico y financiero, ha dado muchos frutos: donación para la Escuela Nacional de Policía, el Estadio (Nacional). Ahora estos proyectos que son la ruta 32 (préstamo para ampliar vía a Limón) y la refinería.
¿Qué pasa con Vietnam?
Lo mismo. En ese marco nos habíamos concentrado. Bueno, también está la India, que también es muy reciente y no ha dado grandes resultados. India tiene gran potencial, un desarrollo científico avanzado. Sin embargo, esos países están más hacia el centro o norte del este de Asia y es necesario que abarquemos toda la zona del Pacífico. Por eso hablamos de Asia Pacífico. Hacia el sur están esos países con gran potencial económico, político, y no lod habíamos tocado, con excepción de Singapur. Los otros tres, Vietnam, Tailandia e Indonesia, son países grandes: Tailandia más de 62 millones (habitantes), Vietnam 92 millones e Indonesia 240 millones, son países grandes e importantes, con los cuales tenemos buenas relaciones diplomáticas sin tener embajada.
¿Usted pensaría en abrir embajada u oficinas comerciales?
Ellos lo plantearon.
¿En qué beneficia al país?, ¿qué podemos sacar de ahí?
Son países que todavía están en desarrollo, aunque son muy grandes.
¿Qué se comerciaría con ellos?
Ellos tienen industria, pero no muy avanzada. Podríamos vender cosas de agroindustria y exportamos software , equipos médicos, medicamentos. Estoy seguro que esos productos tienen mercado.
Perdón, ellos tienen más cerca a India, que produce todo eso.
Sí, pero no hay que olvidar el aspecto político. He hablado de que estamos solos, aislados. La manera de remediarlo es acercándose.
¿Cuál es la labor de una embajada en países como esos?
Visitar empresas, visitar posibles compradores de productos, oportunidades de inversión. Una embajada es una antena, un radar, que está buscando oportunidades para el país y elevar contactos políticos, académicos. Todos esos países nos ofrecen becas, son ejemplos de cooperación. Entonces, estamos tratando de tener cobertura integral de la zona de Asia Pacífico, por eso hice este viaje que, aunque es casi al final de la administración, se inserta en las políticas de Estado, por ejemplo, eso de embajadas en Vietnam e Indonesia son políticas de Estado, pero no queremos perder tiempo. El nuevo canciller y el nuevo presidente tendrán la oportunidad de ratificar o no ese interés, pero yo creo que hay razones para que haya interés.
¿Y Turquía?
Bueno, antes de Asia fui a Turquía y Marruecos. Lo de Marruecos sí fue más político, no veo intercambios económicos, pero sí culturales y políticos.
”Turquía es un caso especial, dimos el paso de anunciar la apertura de embajada y haré el esfuerzo para dejarla abierta y funcionando.
”Sigue quedando relegado África porque no podemos abarcar tanto, pero después de cubrir Turquía y el sudeste asiático, en unos cinco años, la siguiente etapa es África. El país puede planificarla y hacerlo poco a poco.
”Se había pensado en Egipto, la administración anterior, no sé por qué no se hizo, pero ahora es un mal momento, pero cuando se calme Egipto puede ser ideal para cubrir el norte de África. Podríamos tener otra en Sudáfrica, en Kenia para el este de África y Senegal. Con cuatro embajadas podemos cubrir el continente africano.
”Tenemos ya consulado en Australia y la idea sería, en dos o tres años, abrir embajada. Nosotros podemos tener en 10 años esos grandes continentes cubiertos de manera efectiva. Los resultados se verán después”.
¿Para qué?
En esto hay que tener en cuenta que lo elemental es estar presentes, aunque la embajada no tenga mucho que hacer, aunque no haya mucho turismo o mucho comercio, porque cuando se presenta un problema como el que hay con Nicaragua, hay que estar ahí. Si uno no está, la reacción que puede tener en Costa Rica no es oportuna.
¿Aunque sea algo tan regional, como el problema con Nicaragua?
Sí, es que todos confluimos en organismos internacionales. Nosotros somos miembros de una infinidad de organismos internacionales que tratan temas relevantes como telecomunicaciones, puertos, ambiente, derechos humanos. Para poder defender y promover nuestros intereses tenemos que tener relación con todos los que están en estos organismos.
Usted decía que las embajadas se pagaban solas, pero en estas embajadas donde no hay turismo, ¿cómo se van a pagar?
Es lo que le decía, no importa si no dejan un cinco, hay que tener presencia, eso no es cuantificable, eso puede ser vital.
¿Cuál es el gasto fundamental en una embajada?
Dos diplomáticos, una secretaria, un chofer, un carro y el local se alquila.
”Esa es otra cosa interesante. Costa Rica tenía de su propiedad locales en México, Washington (Estados Unidos) y La Haya (Holanda). En México casa y oficina, en Washington solo oficina y en La Haya una de las dos.
”En estos dos años que he estado, hemos comprado una buena embajada en Nicaragua. Estamos comprando en Panamá, en España y vamos a comprar en Buenos Aires, Argentina. La inversión en la de Managua son como $250.000, la de España es más cara, en Panamá son como $600.000 y la Argentina como $300.000.
”Algunos pagan, pero aunque no hubiera nada, se pagaría. Tener una buena embajada que asegure buenas relaciones, no tiene precio”.
¿Qué ha pasado con Catar?
Tiene como tres años de tener embajada. Tiene gran potencial de inversiones, ya hay proyectos. Es un país con gran potencial en materia de promoción de inversiones y tienen ganas de invertir y dicen que proyectos pequeños no, tienen que ser grandes, esa es la dificultad, como somos un país pequeño no les sirve. Aunque no ha dado resultados todavía, a mediano plazo va a dar resultados.