En un año y ocho meses, el Ministerio de Educación Pública (MEP) reparó seis centros educativos de 144 que fueron afectados por el terremoto del 5 de setiembre del 2012, en Sámara de Nicoya.
Es decir, el avance de los arreglos es de un 4%. La situación incomoda a unos 10.000 estudiantes, el hacinamiento está a la orden del día y los salones comunales e iglesias son aulas.
“El avance es mínimo. Uno no se explica cómo es que hay obras en fase de anteproyecto, después de casi dos años que ocurrió la tragedia”, manifestó la viceministra administrativa, Rocío Solís.
De las 69 instituciones con daños graves, solo dos están listas y seis en proceso de ejecución.
Hay 33 que se encuentran en la fase de anteproyecto, cinco en diseños, tres pendientes de orden de inicio, ocho en estudios preliminares, cuatro en análisis de ofertas y ocho en trámites ante el Colegio de Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA).
Insatisfechos. Para los directores de estos centros educativos, no hay respuestas claras en el MEP sobre cuándo se solucionará el problema que trajo el terremoto.
Yeannette Huertas, directora de la Escuela de Lorena de Santa Cruz, manifestó que la semana pasada llamó al MEP y le dijeron que hay atrasos en las obras debido al cambio de gobierno.
“ Dicen que por tener que realizar algunos cambios a los planos de construcción, hasta dentro de de mes y medio a dos meses se inicia la demolición y la construcción de una nueva escuela”, dijo.
En este momento, los 62 estudiantes de esa comunidad reciben lecciones en el salón comunal y la Municipalidad de Santa Cruz hará reparaciones en ese recinto, a partir de julio.
“Mi mayor preocupación es que una vez que se inicien esos trabajos, tengo que sacar a los alumnos y no sé a dónde, porque aquí la misma escuela funcionaba como iglesia”, manifestó Huertas.
En el 2013, el MEP depositó más de ¢7.000 millones a las juntas de educación de los centros educativos afectados. Las reparaciones en los recintos, producto de órdenes sanitarias y para solucionar daños de una tragedia, causan incomodidad a alumnos.
Tal es el caso del Liceo Pavón de Los Chiles de Alajuela, donde el hacinamiento es una de las principales preocupaciones para los docentes, luego de la reparación que han hecho en aulas y pabellones. Colaboraron Carlos Hernández y Cinthya bran.