Las deficiencias del viejo sistema de salarios del Ministerio de Educación Pública (MEP) permitieron que se giraran sueldos a 498 funcionarios que ya habían fallecido.
Se estima que a nombre de esas personas fueron transferidos un total de ¢422 millones.
“Estamos coordinando con el Departamento de Cobros de Hacienda para intentar recuperar este dinero”, manifestó Yaxinia Díaz, directora de Recursos Humanos del MEP.
Semejante anomalía, sin embargo, no es nueva.
Un informe de diciembre del 2007 de la Contraloría General de la República (CGR) reveló que, entre enero del 2006 y abril del 2007, el MEP pagó ¢45 millones a 235 muertos. Algunos habían fallecido desde el año 2000.
A este problema se suman pagos a personas que se encontraban incapacitadas, pensionadas o inactivas.
Estos pagos irregulares se daban por la falta de supervisión en el proceso de nombramientos y el trámite de la planilla, pero, principalmente, por el atraso en el ingreso al sistema de las acciones de personal, pues las direcciones regionales no incluían los datos a tiempo.
En el 2012 se determinó que las sumas pagadas de más crecían a un ritmo del 23% anual.
Sin cambios. Algunas de las fallas continuaron incluso con la nueva plataforma Integra2, que se puso en funcionamiento en abril del 2014 para intentar solucionar estas anomalías.
Su inicio, sin embargo, fue accidentado por el trastorno que causó en los salarios de los más de 81.000 funcionarios de este ministerio.
Los reclamos dieron origen a la huelga que se inició el 5 de mayo del 2014, solo un día después de que Luis Guillermo Solís asumiera la Presidencia.
Los educadores dejaron de ir a las aulas en reclamo por la ausencia de salario o por depósitos incompletos, así como rebajos que no comprendían.
La protesta se prolongó por 21 días lectivos y concluyó con el compromiso de soluciones.