En el 2008, la escuela de La Piedra –en el distrito de Rivas de Pérez Zeledón–, se salvó por 50 metros de ser destruida por un alud que pudo arrastrar entre el barro a sus 45 estudiantes y al personal docente.
El derrumbe cayó de la montaña colindante con la escuela. Destruyó la cancha de fútbol y el salón comunal que también era utilizado por los niños y que, desde entonces, espera ser demolido.
Flor Ureña es la cocinera de la institución y describió el estruendo que escuchó cuando bajó el alud.
“Eran como la una de la tarde y llovía muy fuerte. De pronto, se escuchó eso y vi cómo la peña se venía abajo con piedras, matas de café y guineo volando por todo lado”, recordó la cocinera.
El director del centro educativo, Jesús Solano, explicó que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) recomendó, ese mismo año, reubicar la escuela y con ella a toda la comunidad.
Sin embargo, hasta el momento desconoce qué decisión se ha tomado con respecto a esto.
La escuela de La Piedra tiene 63 años de haber sido construida. Con el paso de los años, el terreno donde se levantó ha cedido.
A esa situación se le suma la amenazadora montaña y la presencia de un guindo de cien metros de profundidad, al cual se llega con solo cruzar la calle principal.
“En la parte del frente de la escuela, el terreno está cediendo y necesitamos ver de dónde sacamos dinero para reforzar esa zona. Lo más importante es la reubicación, pero la realidad es que aquí toda la comunidad está en riesgo y eso hace que buscar un terreno sea difícil”, dijo Solano.
Hace cinco años, la CNE también recomendó frenar cualquier construcción en la zona y suspender las clases en la escuela ante cualquier alerta.
“Debido al alto riesgo en que se encuentran las viviendas y la escuela, al pie del talud, se recomienda la reubicación de las mismas a la mayor brevedad posible”, argumentó Juan Chaves, geólogo de la CNE.
Carlos Villalobos, director de Infraestructura del Ministerio de Educación Pública (MEP), explicó que no pueden trasladar la escuela hasta reubicar la comunidad.
“Trasladar la escuela es alejarla de la comunidad. La CNE y el municipio deben trasladar toda la población. Si solo trasladamos la escuela no van a ir chiquitos a clases porque les va a quedar largo de la comunidad”, dijo Villalobos.