Pacientes que no fueron atendidos y estudiantes sin clases son los efectos más visibles de la huelga que realizaron, este viernes, docentes y empleados hospitalarios.
Esos resultados se dieron pese a que el movimiento de trabajadores tuvo un apoyo parcial, según versiones iniciales de las autoridades y recorridos realizados por La Nación.
María Eugenia Villalta, gerenta médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), informó de que unos 3.000 trabajadores de la entidad se sumaron al movimiento de protesta, lo que representa cerca del 5% de la planilla.
“Hubo afectación en la consulta externa y lo que más lamentamos es que no se realizaron 91 cirugías en todo el país”, detalló la funcionaria.
Entre tanto, la Dirección de Prensa del Ministerio de Educación Pública (MEP) dijo que ayer no era posible medir el impacto en escuelas y colegios.
La entidad instruyó a los directores de centros educativos y directores regionales a entregar una lista, a más tardar el 23 de octubre, de todos los docentes y funcionarios administrativos que no se presentaron a laborar, para proceder a los rebajos respectivos.
El movimiento fue convocado por la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) y la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca) en oposición a las iniciativas del Gobierno y de los diputados para recortar pluses salariales y ordenar la estructura del empleo público.
Tales medidas pretenderían reducir el gasto debido al déficit fiscal que afronta el país. Además, los manifestantes llevaron a cabo una marcha desde el parque Central en San José hasta Casa Presidencial (Zapote).
Aulas y hospitales. En el Hospital México se cancelaron cirugías de emergencia y 35 operaciones electivas, que deberán ser programadas.
Una de las afectadas por el movimiento fue María Arce, vecina de Alajuela, quien acudió a una cita de Ortopedia, pero le informaron de que, por segunda ocasión, deberán reprogramarla.
Otros 24 pacientes, quienes esperaban intervenciones, se quedaron a la espera en el Hospital Calderón Guardia, mientras en el Monseñor Sanabria de Puntarenas no se precisó la cifra.
Junto a los asegurados, los estudiantes resultaron perjudicados, como consideró Vivian Monge, profesora de Francés del Liceo Mauro Fernández, de Tibás. Ella sí se presentó a clases.
“Tenemos que terminar los cursos de noveno, pues vienen los exámenes y hay que dar centros para los de quinto”, dijo.
En este colegio, solo 9 de 65 educadores dieron clase, mientras que en el Liceo de Moravia no llegaron 32 de los 90 docentes.