El Ministerio de Educación Pública (MEP) reforzará este año la formación de contenidos del nuevo programa de ‘Mate’ entre los docentes de esa materia.
Según el ministro de Educación, Leonardo Garnier, el proceso de capacitación ha revelado deficiencias de algunos docentes en el dominio de conceptos.
“Un problema que hemos tenido en la capacitaciones es que el énfasis lo pusimos en la metodología: la forma de enseñar y aprender. Sin embargo, nos dimos cuenta de carencias en el manejo de los contenido y eso nos dificulta la capacitación”, explicó Garnier.
“No solo hay que enseñarle al docente cómo enseñar los ángulos y la trigonometría, sino que hay que enseñarle los ángulos y la trigonometría”, añadió.
Incluso, se han detectado casos de profesores que se saltaban temas que no dominaban.
Según Garnier, en general, la recepción de la reforma por parte de los docentes ha sido favorable y la mayoría dice sentirse más a gusto.
El plan se empezó a poner en práctica el año pasado. Consta de tres etapas pues la intención es incluir los nuevos contenidos paulatinamente.
Para este año, se utilizará el programa de estudio completo para primero, segundo y tercer año, mientras que en cuarto, quinto y sexto año se incluirán las adaptaciones en estadística y probabilidad. Los demás temas se trabajarán con el programa nuevo.
Este curso lectivo continuará con la aplicación de la segunda fase de transición hacia el nuevo programa de Matemática, tanto en primaria como en secundaria.
En secundaria se plantean algunas adaptaciones. El programa se aplicará de forma completa en todos los niveles a partir de 2016.
A criterio de Mario Alfaro, directivo de la la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), el cambio hacia un enfoque más participativo fue un avance; sin embargo, criticó el que no se haya contemplado el tiempo de más requerido para abordar los temas. Alfaro criticó que no se han implementado cambios en la evaluación.
Esta preocupación la compartió Ana Doris González, presidenta de la Asociación Nacional de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), quien consideró que la prueba de bachillerato contradice la metodología de la nueva propuesta.
“Como el examen de bachillerato se mantiene igual, el profesor tiene problemas porque ejecuta los cambios, pero luego tiene que correr para que el estudiante rinda de manera memorística”, dijo.
Otros cambios. Mientras tanto, los nuevos programas de Afectividad y Sexualidad Integral, también estrenados el año pasado, han tenido una cálida acogida entre docentes.
“A pesar de algunas dudas y la oposición de algunos sectores, en términos generales los jóvenes han querido asistir”, resaltó Alfaro.
A pesar de la resistencia al contenido de estos programas por parte de algunos grupos religiosos, Dyalah Calderón, viceministra Académica del MEP, sostuvo que, de los 217.500 estudiantes de tercer ciclo (sétimo, octavo y noveno), menos del 2% presentó una carta para ausentarse de las lecciones.
Calderón dijo que muchos de estos alumnos terminaron por integrarse al curso posteriormente.
De acuerdo con Garnier, la ejecución de estos programas ha sido fluida, aunque el MEP se vio obligado a intervenir en algunos centros educativos donde no se impartía la materias pues los directores no estaban de acuerdo.
Marta Cecilia Vega, profesora de Biología, aseguró que existe un gran vacío en el conocimiento de los muchachos respecto de temas como las enfermedades de transmisión sexual y embarazo.
“Es muy importante esta reforma. Los alumnos llegan muy desinformados y lo que saben lo han aprendido en la calle. Sin embargo, son muy receptivos a la hora de recibir explicaciones”, dijo Vega.