El Ministerio de Educación (MEP) investiga a un profesor del Colegio Técnico Profesional Mario Quirós Sasso, ubicado en San Diego de La Unión de Cartago, porque supuestamente cobraba dinero a sus estudiantes a cambio de no bajarles puntos por llegar tarde, no aplicarles boletas por decir malas palabras o llevar las faldas por fuera.
El caso se conoció porque 15 estudiantes de décimo año, de la especialidad de Informática en Redes, y 16 padres de familia se quejaron, por escrito, contra el docente de la especialidad. Así consta en la carta recibida el 26 de julio por el educador, y conocida después por el director educativo, Juvenal Leiva.
En el documento, del cual La Nación tiene copia, se indica que el profesor cobraba ¢25 por llegada tardía y ¢100 por utilizar vocabulario soez. El dinero se depositaba en una alcancía, llamada Taz, según dijeron los estudiantes.
La Nación conversó con unos 12 alumnos afectados, quienes aseguran que el docente les decía que el dinero sería para sacar copias en una impresora, pero siempre pagaban por ellas.
Ellos manifestaron sentirse presionados por haberse quejado contra el educador. “Desde el segundo semestre he bajado mis calificaciones. En el colegio nos recibían con malas caras”, sostuvo una estudiante de 16 años.
Consultado vía telefónica por La Nación , el profesor Alejandro Rojas aseguró que no se trata de un “cobro”, sino de una “contribución voluntaria”, con el fin de aportar dinero para comprar tinta y papel para que los estudiantes impriman sus trabajos en el laboratorio del colegio.
“Yo no es que cobre. A nadie obligo ni nada. Yo les digo que si quieren dan una contribución para recargar cartuchos de tinta y comprar papel. La institución no nos brinda los recursos.
”Yo no me hago ni millonario ni me estoy comprando un BMW. Si hay estudiantes que no tienen recursos, de ese fondo se les da para almorzar. Es una cuestión comunitaria, que se ha hecho por más de seis años. Si ellos quieren lo depositan y si no quieren no lo depositan”, expresó Rojas.
Rocío Solís, directora de la Contraloría de Derechos Estudiantiles del MEP, confirmó que están enterados de la situación y elevaron el caso al Área del Régimen Disciplinario para que determine si el profesor incurrió en alguna falta.
“El cobro de dinero por no hacer boletas o no abrir un proceso disciplinario a un estudiante, no es válido. Esto no es legal; no está establecido ni escrito que los profesores puedan cobrar por no hacer boletas”, expresó Solís.
Sin el pasaje. Andrea Estrada, mamá de un alumno afectado, manifestó que algunos estudiantes depositaron dinero y se quedaron sin el pasaje para el bus.
En la queja, los padres pidieron a Rojas una reunión para exteriorizarle otra serie de inquietudes sobre las evaluaciones que hacía a los estudiantes, pero Andrea Estrada dijo que el profesor solo quiere reuniones individuales.
El docente contestó a los padres y estudiantes el 16 de agosto, en una carta en la que sobre el cobro de dinero dijo: “A partir de este momento, por cada falta en que incurran se les hará la boleta respectiva”.
La madre asegura que los alumnos se sienten solos en el colegio y no reciben apoyo. “Algunos han querido salirse”, dijo Estrada.