Un muchacho de un liceo rural de Turrubares sorprendió al país al ser anunciado como el segundo mejor promedio, a escala nacional, en las pruebas de bachillerato. Obtuvo 98,45 puntos de 100 posibles.
Sebastián Jiménez, del Liceo Rural de San Antonio de Tulín (a escasas 2,5 horas de la capital), solo estuvo 21 décimas por debajo de la aventajada estudiante Jennifer Mora, del Colegio Saint Francis, quien obtuvo el primer lugar.
Ese mismo día, un colegio científico de la provincia de Limón también daba la sorpresa al ser el centro educativo con el mejor rendimiento de toda Costa Rica, al superar incluso a los colegios científicos del Valle Central.
Este colegio tuvo a tres estudiantes dentro de los mejores 10 promedios a escala nacional en estas pruebas, con lo que demostraron que Limón es un lugar en el que hay mucho potencial.
¿Qué hicieron? ¿Cuál es el secreto? Tanto Sebastián como estudiantes del Colegio Científico de Limón compartieron con este medio parte de su receta para el éxito.
Aunque todos tienen una fórmula distinta, la clave, según dijeron, está en trazarse una meta y, con base en ella, esforzarse y darse motivación constante.
Según indicaron, esa motivación –que es en su mayoría automotivación– es especialmente importante en los momentos cuando sienten que la presión es mucha y la opción de tirar la toalla aparece.
La Nación habló con estos muchachos, visitó sus casas y sus lugares de estudio. Este es un extracto de lo que estos muchachos contaron de su experiencia .