Ante los nervios, té de tilo. Esa es una de las estrategias para Valeria Núñez en esta recta final de preparación para los exámenes de bachillerato, que comienzan el próximo martes.
Para la semana que viene, cuando se inician las pruebas, esta estudiante del Instituto de Alajuela planea repasos breves durante las tardes, pero también cerrar los libros temprano para despejarse.
La joven no se equivoca. Horas suficientes de sueño previo a los exámenes y pausas durante el estudio son fundamentales, según la psicopedagoga Natalia Calderón.
“Si no hay una combinación de estudio y descanso, va a haber una sobresaturación y me voy a poner más nerviosa y las ideas se me van a enredar, porque el cerebro necesita oxigenarse”, explicó la especialista.
Calderón recomendó que en lo que resta de esta semana, los jóvenes intercalen sesiones de estudio con periodos de esparcimiento de unos 15 o 20 minutos. Se aconseja que los repasos inicien con la materia que se considere más difícil.
Durante los días de exámenes, lo ideal es que se hagan repasos breves por las tardes y que el resto del día sea de descanso.
Las pruebas. Son 47.622 los estudiantes que realizarán los seis exámenes del Ministerio de Educación Pública (MEP) a partir de las 9 a. m. del 1.° de noviembre, para los colegios diurnos y, para los nocturnos desde las 6 p. m.
El formato de los exámenes será idéntico al de años anteriores, excepto el de Matemáticas, que tendrá seis ítems que deberán responderse usando números enteros y positivos.
Lilliam Mora, directora de Gestión y Evaluación del MEP, instó a los alumnos a preparar con cuidado lo que tienen que llevar: lápiz, borrador, lapiceros, corrector, documento de identidad y calculadora en las materias que la requieran.
Mora también aconsejó llegar al centro educativo con suficiente tiempo, para que los jóvenes puedan buscar con calma el aula que se les asignó.
A la hora de resolver los formularios de cada asignatura, Calderón señaló que una estrategia recomendable es avanzar con las preguntas que se puedan responder con facilidad, y guardar las más difíciles para el final.
Los resultados de los exámenes se entregarán a finales de noviembre en cada colegio.
La nota final de bachillerato resulta del 60% de la calificación obtenida en los exámenes del MEP y el 40% de la nota de presentación (promedio de calificaciones de décimo y undécimo años, tomando en cuenta las seis materias evaluadas).
Para aprobar, se necesita una nota mínima de 68,5.
Quienes reprueben alguna materia podrán repetir el examen en abril, o matricularse para la convocatoria de educación abierta, en febrero.
No obstante, Calderón recomendó enfrentar las pruebas con la confianza de salir bien.
“Ojalá que después de estos cinco años y todo lo que hemos pasado, venga la gran recompensa”, ambiciona Valeria.
Más recomendaciones.
-Alimentarse con comidas livianas, pero que aporten energía.
-Practicar con exámenes de otros años, utilizando el tiempo con que se dispondrá para cada prueba.
-Usar técnicas de relajación para combatir el estrés y los nervios.
-Hacer ejercicio para fomentar la oxigenación del cerebro.
-Iniciar las sesiones de estudio con la materia que se perciba como más dificultosa.
-Repasar en sesiones de 40 minutos, con descansos de 15 minutos.