Mejorar la calidad de los docentes, reducir el interinazgo y ampliar la cobertura de la educación secundaria. Estos son los temas más apremiantes en materia de Educación, a criterio de los cinco aspirantes a la Presidencia que lideran las encuestas de intención de voto.
Entre los temas urgentes, también figuran la reducción de las brechas entre las regiones y entre la educación pública y la privada.
Las prioridades expresadas por los candidatos coinciden con los señalamientos del último Informe del Estado de la Educación , el cual alertó de que el país sabe poco sobre la calidad de los más de 10.000 docentes que se gradúan cada año
También han sido reiterados los llamados a atender la proliferación de interinazgos en el Ministerio de Educación Pública (MEP), que superan el 40% de la planilla, y aumentar el número de jóvenes que concluyan la enseñanza secundaria, pues más de la mitad se queda en el camino . De hecho, el Cuarto Informe , divulgado en el 2013, puso sobre la palestra estos temas como de los más importantes en el contexto electoral, junto a otros, como la calidad de la educación superior y el aumento de la cobertura de Interactivo II en Preescolar.
Aunque en los planes de gobierno abundan las aspiraciones de “replantear los nombramientos” o “mejorar la formación docente”, son menos claras las metas y las recetas son muy variadas.
Entre las estrategias planteadas, Otto Guevara, del Movimiento Libertario; Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), y José María Villalta, del Frente Amplio (FA), le apuestan a una revisión de los perfiles de contratación del Servicio Civil.
Johnny Araya, de Liberación Nacional (PLN), Solís y Villalta también abogan por una supervisión estatal más rigurosa de las carreras en Educación. Rodolfo Piza, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), recomienda evaluaciones del personal docente.
Los cinco se refieren a mejoras en la capacitación, mas no detallan cómo alcanzar de manera efectiva a un número tan masivo de funcionarios, tras críticas al sistema que implementa el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Y aunque todos comparten la preocupación por los interinazgos y ofrecen disminuirlos, los planes de gobierno no ofrecen soluciones para las trabas que hoy afrontan el Servicio Civil y al MEP.
El ministro de Educación, Leonardo Garnier, subrayó que la efectividad de las reformas curriculares ejecutadas en su gestión (entre ellas, las de Matemática), dependerán de la capacidad de los docentes de ponerlas en práctica.
“Es necesario cambiar los procesos de contratación: incorporar criterios de idoneidad en el nombramiento docente, convertir la acreditación en un requisito obligatorio (en esto fallamos cuando se cambió la ley del Sinaes), y medidas similares”, dijo Garnier.
Además de ser complejo, cualquier cambio en la contratación estará sujeto a una serie de filtros, incluidos el legal y el sindical.
Secundaria. Sobre las metas para aumentar el número de jóvenes que terminan el colegio, los aspirantes le apuestan a un fortalecimiento y depuración de las ayudas sociales, como becas Avancemos.
Guevara, por ejemplo, promueve tutorías para jóvenes que perdieron el bachillerato y una flexibilización de los programas de estudios. Para Villalta, la prioridad es redistribuir la inversión para atender la inequidad en los centros educativos. Araya le apuesta al combate de la deserción.
Solís plantea el objetivo de alcanzar el 80% de escolarización de secundaria en los próximos cuatro años con una estrategia integral; y Piza aspira a darles protagonismo a los padres y estudiantes para que “se apropien de las instituciones”.
Isabel Román, coordinadora del Programa Estado de la Educación, reiteró la importancia de “no echar para atrás” con los avances.
“Mantener los logros alcanzados es clave para caminar hacia políticas de Estado en Educación y derogar la mala práctica de hacer borrón y cuenta nueva cada cambio de ministro. Eso le sale muy caro al país y hace que avancemos muy lentamente”, advirtió Román.