En casas, restaurantes y parques, los estudiantes de undécimo año organizan centros de estudio para aclarar dudas y hacer a un lado los nervios de cara a las pruebas de bachillerato del Ministerio de Educación Pública (MEP), que empiezan este martes 3 de noviembre.
Mediante mensajes de texto a sus celulares, los alumnos coordinan clases y repasos con el propósito de llegar más seguros y preparados a las pruebas.
“Los que más saben de una materia ayudan a los otros, y así es como hemos estado preparándonos con exámenes de bachillerato de años anteriores y repasando la materia”, expresó Juan Diego Romero, estudiante de undécimo año del Liceo Luis Dobles Segreda.
Los alumnos enfatizan su preparación, especialmente, con repasos en Estudios Sociales, Matemáticas, Física y Química.
“Hay que refrescar conocimiento. Los profes nos han preparado muy bien y en el colegio nos han dado prácticas”, dijo la estudiante Keylin Corrales, vecina de Hatillo, quien junto con sus compañeros organizaron un centro de estudio de Matemáticas, este viernes, en McDonald’s de La Sabana.
Prepararse. En los últimos diez años, una mayoría de los estudiantes de colegios públicos saca nota roja en la prueba, pero pasa gracias a las curvas que aplica MEP y al promedio de las notas de décimo y undécimo año, que representan un 40% del total del examen.
Para el 2013, de unos 795 centros educativos públicos, el 84% obtuvo una calificación promedio inferior a 60 en Matemáticas, mientras que a inicios del siglo alcanzaban el 70.
“La seguridad es lo más importante en estas pruebas. Que vayan sin estrés, que duerman bien el día antes y que confíen en lo que han aprendido en sus años de colegio”, dijo la ministra de Educación Sonia Marta Mora.
Los estudiantes afirman que la huelga de 21 días de este año, no los afectó, puesto que hubo repaso suficiente de los contenidos que serán evaluados en la prueba.
“Los días de huelga no fueron vacaciones para nosotros. Estudiamos en la biblioteca del cole, el director abrió y nosotros nos preparamos, no hay miedo”, dijo Juan Diego Romero.
Mientras tanto, los centros educativos se organizan para ofrecerle desayunos a los muchachos durante los días de las evaluaciones.
“Hay estudiantes que no comen en sus casas, por eso les damos una pequeña merienda antes de cada examen. Nos interesa que duerman bien y que vengan tranquilos”, dijo la orientadora María Elena Acosta del Liceo Luis Dobles Segreda.