Redacción
Veintiséis privados de libertad del Centro de Atención Institucional San Rafael, en Alajuela, salieron este jueves con un título de la Universidad Nacional (UNA) en programas de emprendedurismo y cultura de paz.
Vestidos con toga y birrete, los 26 hombres recibieron el diploma en la Sala de Exdecanos del Centro de Estudios Generales de la UNA, en Heredia. El acto protocolario contó con la presencia del viceministro de asuntos penitenciarios, Marco Feoli, la rectora adjunta de la UNA, Luz Emilia Flores y el director del Centro de Atención Institucional San Rafael, Miguel Lobo.
"Cuatro estudiantes de derecho empezamos con la idea de formar a privados de libertad en ideas de negocio para que ellos construyeran su propia forma de ganarse la vida", explicó Lauren Díaz, coordinadora del proyecto y académica de la Escuela de Administración de la UNA.
Los 26 presos tienen edades entre los 20 y los 62 años, y están privados de su libertad por distintas causas las que no se precisaron. Seis de ellos se encuentran en el régimen semiinstitucional, el cual les permite dormir fuera de la cárcel varios días a la semana.
"Ellos terminaron efectivamente el curso y ya se dedican al 100% a la actividad de negocios, son microempresarios y aprendieron en la cárcel una herramienta legal y productiva de ganarse la vida", añadió Díaz.La formación en cultura de paz consiste en el manejo de las situaciones cotidianas sin violencia y con una mejor comunicación, para que cuando los privados de libertad regresen a la sociedad, no incurran en actos violentos nuevamente.
La preparación de estas personas en emprendedurismo fue de 30 sesiones de cuatro horas impartidas semanalmente, para completar 120 horas de capacitación. Los graduados en cultura de paz estuvieron en 12 sesiones de cuatro horas y asistieron a cuatro charlas adicionales.
En el proyecto de emprendedurismo participaron más de 70 profesionales que impartieron las sesiones; asimismo, 15 estudiantes de la UNA colaboraron con los cursos de cultura de paz.
Este programa se impartirá nuevamente en el 2016 con el apoyo de la Universidad Nacional y cuenta con una lista de espera de presos interesados. El plan se podría extender a otros centros penales.